Conflicto de partes por un terreno usurpado en el barrio Ex Quinta Migliore de Gral. Villegas
El viernes por la tarde quien asegura tener la propiedad certificada en papeles que están en su poder, Rosana Martínez y la otra parte del conflicto, Matías Bazán junto a su pareja, una joven de apellido Almeyra, quien admite la ocupación, vivieron tensos momentos ante una situación que se da con cierta frecuencia.
La demanda habitacional es un problema general que tiene sus particularidades en General Villegas, tales como la posesión de terrenos «de palabra» y la tenencia de éstos sin haber construido en el tiempo estipulado.
Ello genera por un lado el argumento que no se construyó hasta la tenencia de los papepeles que estaban o están en proceso y por el otro que al ver sin movimiento esas tierras y habiendo transcurrido un tiempo prudencial, se cree que «al no ser de nadie» se los puede ocupar.
Lo cierto es que políticamente las gestiones de Alegre y Pascual consideraban que ante la urgencia de los vecinos era preferible entregar parcelas «flojitas de papeles» (tal los dichos de Alegre) y solucionar el problema e ir avanzando para certificar la propiedad, en cambio Campana, procede en sentido contrario, no se entrega nada hasta que la infraestructura y lo legal estén en condiciones, lo que ha resultado en inacción habitacional ya que hasta el momento no se han mostrado avances en ningún sentido.
A lo descrito se le suma otro detalle tan o más grave, como lo han sido los incontables terrenos otorgados que habrían sido comercializados pro dos exempleados del municipio, uno de ellos militante partidario (hoy desvinculado) de la actual gestión que a cambio de dinero y con documentación que simulaban ser contratos (esas son las pruebas aportadas junto a las denuncias realizadas por los damnificados) facilitaban la tierra para que sean allí construidas las viviendas. Por esta presunta estafa hay mucha gente a la espera de resolver la situación para poder avanzar en su proyecto de vida si consideramos el valor, más allá del económico, que una casa representa en nuestra idiosincrasia.
Hasta el momento respecto al conflicto que mantienen Martínez y Bazán no ha habido manifestación ni intervención alguna de las áreas municipales competentes, mientras tanto Bazán descargo varios pallets de ladrillos y construye los cimientos en el terreno frente al cual suele verse a Martínez reclamándole que se retire.
La imagen es claramente el pueblo contra el pueblo.
Un conflicto de tantos, que a simple vista parece podría tener pronta solución si se recurre a los archivos y/o listados en los que figura el adjudicatario de esta propiedad y su situación respecto a las obligaciones al acceder a la misma.
Pero mientras la burocracia, la desorganización o el desinterés sigan por delante de los intereses del pueblo (independientemente de quien gobierne) estos hechos y este en particular, lejos de apaciguarse irá en aumento ante la desesperación que la falta de respuesta genera en los protagonistas.
(Una situación para la que la respuesta, aunque transitoria, no debería depender del feriado largo)