Vandalismo
Como todo acto de esta naturaleza es repudiable e inentendible.
El blanco volvieron a ser, como en tantas otras oportunidades, las cajas de electricidad de las farolas que se encuentran en la plazoleta ubicada junto al patio trasero de la escuela Nº 17 en el barrio Los Fortines o barrio Obrero.
En la mañana de ayer los trabajadores que tienen a su cargo esas instalaciones y los vecinos, fueron sorprendidos por el estado en que amanecieron. Las tapas violentadas, y en algunos casos los materiales como cables, distribuidores, entre otros, arrancados. Estas acciones que representan una molestia y gasto, son además una práctica peligrosa, ya que los cables con electricidad quedan al alcance de cualquier persona o animal, ademas, en la mayoría de los casos, afectar la estética y seguridad del lugar, ya que con esos fines fueron colocadas.
Los habitantes de ese barrio suelen quejarse frecuentemente de las juntas que por las noches suelen hacerse en el lugar, donde además prenden fuego, generalmente debajo de uno de los pinos, donde, como muestra la imagen inferior derecha, hay rastros de que allí lo han encendido. Ese es el mismo lugar donde aseguran haber encontrado por las mañanas bolsas y latas de pegamento de una conocida marca, entre otros elementos.
Si bien las recorridas de los patrulleros son constantes por la noche y las farolas provisionan de luz la zona, no está siendo suficiente, las plazoletas, como las ubicadas en otros puntos de la ciudad, suelen ser punto de encuentro entre estos grupos, que a veces avanzados por las drogas, los malos hábitos o el simple hecho de querer que todo el entorno luzca de lo peor, llevan adelante estos actos vandálicos, que están exigiendo al área Seguridad agudizar el ingenio para evitarlos. Seguramente los vecinos, podrán aportar también lo suyo, aunque no sea del todo su responsabilidad.
Si las recorridas de los patrulleros fueran constantes, como dicen, esto no ocurriría. Tal vez haya que poner cámaras de seguridad en el lugar o algun miembro encargado de cuidar la seguridad y el orden, disimulado en un automovil. No han de ser tantos los vándalos como para que no se los pueda controlar.