En este lugar el femicida de Milagros Robledo descartó el cuerpo
Estaba debajo de los árboles que se aprecian a la derecha de la imagen de portada, tapado con un nylon; el efectivo que lo vio observó una pierna y una zapatilla, a su lado la cartera o mochila de tamaño chico que habían sido descritas por su madre, indicios casi suficientes para determinar que se trataba efectivamente de la menor. Teniendo en cuenta que no había otra persona que estuviera siendo buscada y las caracterísiticas, no había lugar a dudas.
Minutos antes del hallazgo la Policía se había retirado del lugar.
Habían permanecido allí varias horas realizando un rastrillaje por las inmediaciones con un perro (el mismo que se utilizó para la búsqueda de Santiago Maldonado en el sur y de Pérez, el hombre que tiempo atrás se fue del hospital local cuando estaba internado y meses después su cuerpo fue encontrado junto al alambrado sobre la ruta 33), un dron y efectivos.
Se fueron y regresaron con la certeza de que la encontrarían, algunas versiones indicaban que el único sospechoso, demorado por el crimen se había quebrado, otras que ese sector había sido dejado para ser requisado el día siguiente.
Allí estuvieron estacionados los vehículos de la Policía Científica y de quien manejaba el dron, a metros del sitio exacto en el que fue encontrada Milagros.
Cómo llegó hasta allí y por qué ese lugar
El principal sospechoso tiene 25 años y vive cerca de la casa de la víctima, según se desprende de los datos aportados por una fuente confiable, «A» tendría contacto previo con Milagros por la práctica de atletismo, ambos coincidían en los entrenamientos los días lunes, miércoles y viernes, justamente ese día, el 13 de noviembre en que desapareció era miércoles.
Los investigadores que recogieron cientos de testimonios encontraron en «A» una serie de contradicciones entre lo que declaraba y lo que las cámaras de seguridad mostraban. Esos detalles lo ubicaron como el principal sospechoso.
Según pudo averiguar Distrito Interior en las imágenes se vería a Milagros en la bicicleta junto a «A» que corría a su lado en dirección al cementerio la tarde de su desaparición, luego, no había indicios del regreso de ninguno de los dos, pero la bicicleta había sido encontrada la madrugada del 14. Claramente alguien había dejado el rodado y probablemente no se trataba de su dueña.
Eso fue determinante para que surgiera una de las pistas más firmes.
Este detalle merece un punto y aparte por varias razones, una de ellas, el aviso por parte de una vecina a la comisaría indicando que la bicicleta abandonada estaba en el lugar desde las 21:00 hs. (o antes) en el bicicletero del comercio ubicado en calle Rivadavia, otra, el correcto proceder de los efectivos que esa madrugada labraron el correspondiente Acta de Hallazgo, sin imaginar que estaban ante un elemento fundamental en un homicidio que (presumiblemente) se acababa de cometer.
El martes 26 cuando se exhibe a María Lujan Robledo, la madre de Milagros, la bicicleta ésta la reconoce.
Con los elementos recolectados hasta ese momento, el tiempo transcurrido desde la desaparición hasta que se radicó la denuncia y éste que se acababa de sumar, la investigación comenzaba a mostrar indicios de un posible trágico final.
Pasaron algo más de 48 horas desde el 25 a las 11:00 de la mañana en que la madre reporta la ausencia de su hija hasta que la Policía dio con el cuerpo y el principal sospechoso del homicidio.
Si bien hay que aguardar datos y pericias oficiales, no habría dudas que «A», el demorado sería el autor del femicidio, el que habría cometido a las pocas horas de que Milagros haya salido de su casa; en ese caso la data de muerte se remonta a 15 días.
Quedaría establecer cómo logró abandonar la bicicleta sin ser detectado por las cámaras y si contó con la ayuda de otra persona para descartarse del rodado. Al ataque lo habría cometido solo.