Prostíbulos de Villegas y Guaminí: Sexo, explotación y naturalización
Con ese título apareció la portada de la edición de ayer de diario La Opinión de Trenque Lauquen.
Mujeres dominicanas, paraguayas y algunas argentinas formaban parte de la oferta sexual en los “bares” que disfrazaban los prostíbulos, de Charlone y Guaminí. Los locales fueron allanados una vez más. Pero ya no hay habitaciones. En esos lugares sólo se arman los “pases” que se concretan en otro lado con los gastos a cuenta del cliente.
Los allanamientos los concretaron agentes judiciales, efectivos del GAD y de Policía Federal. Tomaron declaración a los clientes que estaban en los locales (foto). Todas las mujeres tenían DNI, algunas reciben la Asignación Universal por Hijo y en todas hay una total naturalización del oficio.
Nuevos disfraces de la explotación sexual
Hace unos días fueron allanados nuevamente dos locales en los que el año pasado se ubicaron grupos de mujeres que se sometían a la prostitución. Uno, “La Luciana”, ubicado a la vera de la Ruta 188, proximidades de Cnel. Charlone, en el distrito de Gral. Villegas ya había sido requisado y clausurado dos veces.
El otro, “La Chico” o “Bar la Sesenta” cerca del cruce de las rutas 33 y 60, jurisdicción de Guaminí. Fue allanado y clausurado el año pasado. En ambos casos fueron autorizados a reabrir por las respectivas municipalidades.
La nueva modalidad
EL equipo de fiscalía especializado en trata de personas que coordina el Dr. Leandro Cortelezzi -Secretario General- e integran las abogadas Karina Vicente y Norma Daddario, volvieron a la carga.
Para los allanamientos contaron con el apoyo del GAD Trenque Lauquen y efectivos de la división Trata de Personas de la Policía Federal.
En el caso de “La Luciana”, fue clausurado por infracción a la ley de profilaxis; además de tener vencido el registro de expendio de bebidas alcohólicas (REBA). Quedó imputada su propietaria Adriana Gómez.
Llamativamente habían desaparecido las evidencias de que en el lugar se encontraban encuentros sexuales. Las habitaciones ya no estaban. Había por ahí varias libretas sanitarias firmadas por autoridades competentes pero en blanco.
Encontraron ocho mujeres entre 20 y 22 años, 8 dominicanas y 3 argentinas (una santafecina y una entrerriana).
Como ya es habitual en estos procedimientos, todas están documentadas y manifestaron estar en el lugar voluntariamente. Las agentes judiciales pudieron establecer que, a diferencia de lo constatado en los operativos anteriores, las citas se conciertan en el local, pero se concretan afuera con gastos de estadía a cargo del cliente.
Todo voluntario, pero quien regentea el local (y las mujeres) se quedan con el 50% de cada “pase” en sus distintas tarifas según la duración y técnicas del encuentro.
En Guaminí
A “La Chicho” el equipo judicial-policial llegó por segunda vez (la primera fue en 2012). Había 9 mujeres paraguayas y 1 argentina. 4 de ellas, les dijeron a la Dra. Daddario “ya estuviste…” Es que tienen asimilada como natural la explotación de que son víctimas y uno de los “gajes del oficio” es protagonizar estos allanamientos en los que ya conocen la delicadeza con que son tratadas.
También acá desaparecieron las habitaciones que fueron desmanteladas.
Sólo se concierta las citas y cada pareja se aleja, muchas van a parar a unas cabañas que están cerca del cruce de las rutas 33 y 85, propiedad de la misma persona que regentea “La Chico”, Edmundo Blas, que quedó imputado por infracción de profilaxis.
Del relato de las abogadas Vicente y Daddario, se desprenden algunos puntos significativos.
Ellas llevan entrevistadas desde que se formó el grupo especial, 68 mujeres que comercian con su cuerpo.
Las extranjeras que en un principio tenían como documento la Visa provisoria del Mercosur hoy muestran todas el DNI argentino. Y las que tienen hijos en Argentina cobran la Asignacion Universal por Hijo.
Dicen –y seguramente así es- que están donde están voluntariamente. Una “voluntad” se llama la falta de otras oportunidades, hijos a los que hay que alimentar y educar, el dudoso amparo que significa que el proxeneta cuide mínimamente de ellas porque son su fuente de ingresos.
Y no le temen a los allanamientos; saben que son consideradas víctimas y que les ofrecerán una y diez veces salir de ese mundo de explotación. Pero no quieren. O no pueden. (Fuente diario La Opinión – edición impresa)
El Prostíbulo de La Lucina (La chanchería) en realidad esta en las proximidades de Gral. Villegas , a 6 km. del Palacio Municipal del Intendente Gilberto Alegre .Error Coronel Charlone está a 65 km.
Quiero aclarar que el local «La Luciana» no se encuentra cerca de Coronel Charlone, sino que està a metros de Gral Villegas ciudad cabecera
Es muy llamativo que La Opinión haya confundido Charlone con Villegas, llama la atención. Será que quieren que Villegas no quede pegado? Si funcionaba es porque «alguien» miraba para otro lado.
Chee como es eso de las libretas sanitarias firmadas por funcionarios habilitados para esto y las encuentran firmadas en blanco.-Parece muy raro esto, además no ocurrió en Charlone es en Villegas ciudad cabecera.-Todo muy raro no.-