La conservación de los puestos de trabajo en el Municipio, uno de los temas centrales de la interna entre Campana y Alegre

Sin dudas es uno de los temas más sensibles y de los que se evita tocar de lleno por el impacto que ésto tiene en la comunidad apenas se lo insinúa.

Desde hace un tiempo, cuando el propio Alegre criticó que la gestión Campana ponía en riesgo las finanzas al afectar aproximadamente el 60% del Presupuesto en salarios, se especuló con que ello traducido significaría un despido masivo si el ex intendente se hiciera cargo.

Tal preocupación lo obligó a explicaren más de una oportunidad que en realidad lo que expresa cuando se refiere al tema, es que se deberían revisar los puestos políticos por lo que éstos perciben e intentar mejorar la coparticipación para que el número mejore, agregando que tal vez por esta última razón ese ítems aparece como imposible de sostener en el tiempo.

Planteo suficiente para que se encendiera una luz de alerta entre los empleados municipales, independientemente del rango y área a la que pertenece. El acercamiento a la fecha y hora de «la verdad» es proporcional al temor que genera el solo hecho de pensar que puede estar en riesgo la fuente laboral.

La única verdad es la realidad y es en esa frase que la mayoría de los trabajadores consultados (en off) utiliza para argumentar su respuesta. A partir de allí analizan lo que perciben al cobrar cada último día hábil del mes y la evolución (o no) que ha tenido su ingreso, en muchos casos por las horas extras logradas, nombramientos, recategorizaciones y en menor escala por el efecto inflacionario, las recomposiciones. Pero hay algo más que muchos no dejaron de observar y es el clima en el que sus tareas se desarrollan (más detalles no vienen al caso).

Unos desde adentro y otros desde afuera, todos han intentado en esta interna capitalizar la confianza que sus «propuestas» pudieron despertar en la gran masa trabajadora municipal y sus familias.

¿Quién puede garantizar justamente hoy en el día del patrono del trabajo que un cambio no significará precisamente un cambio?

Del mismo modo ¿quién puede asegurar que no cambiar es garantía de continuidad?

A Alegre lo sobrevuela el fantasma de la revancha por la derrota del espacio en 2015 y algunos colaboradores de entonces que tuvieron a su cargo los sectores más populosos quienes aseguran (siempre por lo bajo) que volverán a ese lugar en caso de obtener una victoria.

A Campana otro fantasma, el del movimiento y la acción sólo por el tiempo electoral.

Como suele suceder, en el medio de cualquier disputa de poderes, está la gente y ésta mejor que nadie para saber, intuir y obrar en consecuencia.

En esta oportunidad más que nunca el voto del trabajador municipal tiene peso propio; tal vez no sea determinante para inclinar la balanza del todo pero aportará lo suficiente para seguir poniendo cada día el pan sobre la mesa con la tranquilidad que al terminar su jornada lo espera otra al día siguiente en la que seguirá dando lo mejor de sí para la comunidad en la que vive.

Es suya la decisión, que nadie se la arrebate.