Se realizó una marcha por la vida
El punto de partido y lugar de encuentro fue la Plaza Principal de General Villegas donde esta tarde un grupo de personas, católicos y evangélicos principalmente, se unieron para pedir por la vida.
Si bien la convocatoria fue sin elementos ni colores alusivos a ninguna de las posturas en la discusión por el aborto legal, el objetivo es concientizar sobre la importancia de salvar las dos vidas; de hecho el lema es «Toda vida vale».
El Pastor Julián y el Cura Párroco, Padre Daniel fueron quienes hicieron una oración y un rezo antes de recorrer junto a los convocados una recorrida por la Plaza para luego ingresar a la parroquia donde se celebraría la misa como cada sábado.
Algo que hay que reconocerle a esta gente es la apropiación de conceptos indiscutibles: «provida» – «toda vida vale». Nadie puede decir nada. López Quintás los llama «concepto talismán»: se toma uno valioso para esconder otra intencionalidad. Porque detrás de un «provida» hay una persona que avala los abusos de mayores (familiares, curas, etc.) a niñas. Y, si no los avala, los silencia y minimiza. Esa niña víctima pierde su niñez, arruina su vida, gracias a un hijo de puta y se ve sometida -además de la traumática situación que está atravesando- a la presión de adultos que, desde su zona de confort, pretenden que se convierta en madre. Y que si no puede criarlo, lo dé en adopción a una familia pudiente, de modo tal de agravar aun más su padecimiento postabuso, postembarazo, postparto. Recomiendo la canción «Los macarras de la moral» de Joan Manuel Serrat.
Que errado estas. El mensaje es simple y no dice nada de encubrir a nadie. Es muy retorcida y tendenciosa tu manera de pensar, Juan.
Dígame por qué estoy errado… ¿No le parece frívolo y cómodo decir «vos lo tenés yo lo crío» como si se tratara de una mercancía? Total, al esfuerzo lo hace otra, usualmente una mujer en situación de marginalidad o una niña abusada. ¿No cree que las niñas deben ser niñas y no madres? Porque las que mueren por los abortos clandestinos, señora, son las pobres, no las rica que cuentan con el silencio cómplice de la Iglesia (de cuya matriz han salido y saldrán curas abusadores a mansalva) y de la sociedad. Muchos de los que piden por las dos vidas se oponen también a la Educación Sexual Integral (¿recuerda el «con mis hijos no te metas»?). O sea: las quieren ignorantes y pariendo sólo para sostener un dogma.
Creo que los Derechos Humanos deben defender a todo aquél que está en inferioridad de condiciones, como siempre se ha hecho. Éste es un caso más de abuso de aquellos que no lo pueden hacer.