Zonal: Junín y Trenque Lauquen, entre las ciudades más comprometidas por el cierre de comercios y pymes
El agro permite en cierta forma que los empresarios que quedan «subsistan» en los distritos rurales en un año donde las expectativas siguen siendo negativas. Ricardo Sacco, presidente del Nucleamiento Empresarial del Noroeste Bonaerense, afirmó que la situación «es asfixiante».
El cierre de comercios y pymes es un tema de vital preocupación tanto para el Conurbano como para el interior bonaerense, aunque en los distritos «rurales» los ingresos del agro que activan el consumo aminoran un poco el impacto de la crisis.
Los incrementos en las tarifas de los servicios y la caída del consumo conformaron un combo explosivo en los últimos meses para las economías locales. Si bien no hay números oficiales concretos sobre la situación, desde el sector pyme advierten sobre cuantiosos cierres de persianas.
En los últimos días, las entidades que nuclean a comerciantes y a pequeños empresarios salieron al unísono a reclamar a los gobiernos nacional y provincial «urgentes» medidas que den soluciones para el sector. «Hace cinco meses las pymes estaban en terapia intensiva. Ahora puedo decir que ya están en mortalidad, porque todos los días cierran entre 20 y 25 locales, o industrias pequeñas», dijo el titular de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA), Alberto Kahale.
Desde la institución gremial empresaria consideraron que la situación es crítica por varios factores, entre ellos «la gran presión impositiva» y «el poco circulante» de dinero, y advirtieron que «importantes cadenas» también se encuentran en aprietos y «están cerrando locales».
Kahale también explicó que en los distritos del interior en donde «el campo está bien» el comercio «subsiste», pero igualmente «está sufriendo los tarifazos». Sobre la situación, culpabilizó al Gobierno nacional por «encarar la política hacia el sector financiero y no al productivo».
Ricardo Sacco, el presidente del Nucleamiento Empresarial del Noroeste Bonaerense, que representa a unas 35 cámaras de comercio de esa región, sostuvo que en casi todas las ciudades se ven cada vez más cierres de negocios. «Hay locales que se desocupan y que no vuelven a alquilarse más», advirtió.
En diálogo con la agencia de noticias provincial Dib, dijo que «se está haciendo un esfuerzo enorme para no bajar las persianas y mantener el personal, porque las pymes tienen una relación más allegada con los empleados e intentan mantener los puestos de trabajo», pero sostuvo que la situación es «asfixiante» y lamentó que «muchos comerciantes quedarán en el camino».
Las ciudades más complicadas en territorio son las grandes urbes como Mar del Plata, Bahía Blanca, Junín, Tandil y La Plata. Pero la problemática también afecta a localidades como Azul, Tres Arroyos, Saladillo, Trenque Lauquen, Pergamino y Olavarría.
En esta última ciudad, los comerciantes convocaron a un «apagón y bocinazo» para el próximo lunes 11 de marzo como una manera de hacer visible la problemática que vive el sector.
Asimismo, en la capital provincial, por ejemplo, crecieron entre noviembre y diciembre de 2018 en un 40% los locales inactivos (en venta, alquiler, clausurados o simplemente cerrados), según la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). Asimismo, en Mar del Plata «cerraron 50 restaurant y confiterías», señalaron desde la Unión de Emprendedores.
«Recesión con inflación es un combo llamado estanflación que ataca el mercado interno con caída abrupta de las ventas y la actividad económica, al mismo tiempo que aumentan los precios, los costos y disminuye la rentabilidad», aseguraron desde la Unión del Comercio, la Industria y la Producción de Mar del Plata (UCIP) en un comunicado.
«Esto afecta más al empleado porque el propietario puede resurgir en otra actividad, pero la persona que se queda sin trabajo en un clima de recesión tarda tal vez un año y medio en conseguir un empleo formal», se lamentó Llanos, quien también avizoró «una caída muy fuerte de empresas y de empleo entre marzo, abril y mayo».
En Bahía Blanca, la problemática fue abordada por el Concejo Deliberante, a partir de un proyecto para que el intendente Héctor Gay convoque a una mesa de diálogo intersectorial. Desde la Corporación del Comercio, Industria y Servicios local manifestaron su preocupación por la cantidad de locales que cerraron sus persianas en el centro de la ciudad durante estos últimos meses. «Sobre un total de 500 locales, ocho estaban desocupados en 2016, y ahora son 26», indicaron desde esa entidad.
«Bajas expectativas»
Las expectativas de reactivación son bajas para los próximos meses. Desde las distintas cámaras y entidades consideran que la situación «empeorará» si el poder adquisitivo de los consumidores sigue en baja, y si no hay medidas concretas como la reedición de los programas de financiación «Ahora 12» o «Ahora 18», más allá de los reclamos por la presión impositiva y tarifaria.
«No vemos al corto plazo una recomposición. Muchos comerciantes están quedando en el camino», insistió Sacco, quien admitió que con ese panorama, pese a los esfuerzos, crecerán los despidos.
Federico Melo, secretario general del Sindicato Empleados de Comercio de Junín, manifestó que «desde mediados del año pasado que el sector viene viviendo una situación de mucha incertidumbre» a nivel local. Y advirtió que ha habido despidos en locales del centro de la ciudad, que según sostuvo «son los que más están sufriendo esta recesión». Y advirtió: «Lo que vemos a corto y mediano plazo, tampoco es muy optimista».
«La persona que se queda sin trabajo en un clima de recesión tarda tal vez un año y medio en conseguir un empleo formal», lamentó por su parte Kahale. (Fuente Cuarto Político)