La victoria radical en La Pampa reavivó los ánimos correligionarios en General Pinto
El primero en salir a proponer que el candidato de Cambiemos en el distrito donde hoy Cambiemos es oposición sea radical, fue el ex concejal y ex candidato a intendente Emir Asorey, a quien no se lo ve frecuentando el comité pero se mantiene activo fuera de las fronteras distritales militando principalmente junto a Ricardo Alfonsín; quien a su vez pregona desde hace tempo más protagonismo o autonomía dentro de la sociedad que el centenario partido mantiene con el Pro.
Así fue que a poco de conocerse la contundente derrota de Mac Allister (el candidato del macrismo) el pintense publicó: «Sólo es cuestión de animarse, La Pampa es el camino a seguir, la UCR está viva puede ganarle al Pro y también a Cristina».
Oficialmente no se ha expresado el radicalismo local acerca del panorama que se abre de cara a las PASO, pero es de imaginar que el escenario tiene aroma a revancha para muchos, sobre todo todo los jóvenes, que se encuentran en las filas de la tradicional esquina de San Martín y Gowland, los que en las pasadas internas fueron bajados abruptamente por el referente del Pro, actual Gerente de Anses y presidente del bloque Cambiemos Gral. Pinto quien dejó sin chances a la entonces «Lista de la juventud» ya que muchos de los que la integraban incursionaban por primera vez en política. Hoy muchos de aquellos están nuevamente en carrera y dentro del radicalismo. A estos los patrocinan radicales experimentados, de trayectoria y en algunos casos con cargos públicos que no comulgan con las formas del representante del Pro.
Para sumarle más potencia a la posibilidad de que el candidato de Cambiemos en General Pinto sea radical, existen quienes anticipan que ese lugar lo debiera ocupar una mujer. De acuerdo a las mediciones recientes (solicitadas por legisladores de Cambiemos en la cuarta), si bien salir del lugar de oposición en el contexto en que se encuentra hoy el Gobierno de General Pinto para Cambiemos sería tarea casi imposible, la figura de una mujer le otorgaría una elección digna, teniendo en cuenta que si no cambia el rumbo económico del país, la ola amarilla no tendría el arrastre que tanto benefició a los candidatos pintenses.
No nos vamos a pelear, queremos y apostamos a la unidad, aseguran categóricamente los radicales que se sienten respaldados por una realidad que los va sacando de las sombras a las que habían sido sometidos desde hace un tiempo.
Estamos esperanzados que de la otra esquina (en referencia al local partidario de Cambiemos en San Martín y Córdoba) haya un gesto de humildad y grandeza (también de madurez política, remarcan) cuando llegue el momento de definir el candidato. Si evitamos la interna, mejor, insisten.
Por ahora en la esquina amarilla solo se ven los mates correr entre el asesor del líder, éste y el comunicador radial que cada tanto es mandado a «agitar» la realidad con algún disparo mediático que siempre hace foco en el mismo lugar.