No son los ratones, no son los mosquitos (un abordaje sobre el hantavirus)
El siguiente texto, una sugerencia de la Lic. Claudia Andreani, aparece publicado en el perfil de la Comisión de Medio Ambiente de Carpintería y aborda el tema enfermedades transmitidas a humanos que por estos días representan una de las principales preocupaciones de nuestra sociedad.
En el escrito se puede apreciar el análisis de una problemática que tiene a las víctimas como los principales victimarios.
Es para pensar.
«Y es en estos momentos que nos preocupamos por animales con importancia epidemiólogica, como roedores y mosquitos, transmisores de hantavirus y dengue respectivamente (por nombrar algún ejemplo).
Ahora la pregunta correcta sería ¿De qué forma influenciamos en estos brotes?.
En los últimos 20 años, a nivel nacional y local, el incremento desmedido y sin controles de agrotóxicos en los cultivos, logró diezmar a los depredadores de roedores, como lo son las lechuzas, gavilanes, zorros, gato monteses, serpientes, etc.
Un desconocimiento sobre nuestra biota local, nos lleva que ante el encuentro en la naturaleza reacciones de la siguiente manera: ¡Un zorro, mátalo!, ¡una lechuza, mátala!, ¡una víbora, mátala!. Y estos son algunos de los ejemplos.
De esta forma logramos un incremento desmedido en la población de roedores.
Pero la historia no termina ahí: ¿Qué pasa con los mosquitos?.
El continuo desmonte y la eliminación de los humedales provoca que sus depredadores naturales como aves, murciélagos, libélulas, etc, desaparezcan. No olvidemos que una pequeña colonia de murciélagos consume por noche hasta un kilogramo de insectos. En la mayoría de los casos, la falta de información lleva a que frente a uno de estos animales se los mate bajo el solo argumento de: ¡Debe tener rabia!
Analicemos las políticas nacionales. La disolución del Ministerio de Salud y el Ministerio de medio Ambiente, sumado a los recortes del presupuesto al Instituto Malbrán, al Programa de Prevención y Control de Enfermedades Endémicas y al Área de Prevención Epidemiológica y Control de Enfermedades Agudas, solo hacen que sea imposible controlar estos brotes.
No, no son los ratones, no son los mosquitos, son nuestras pésimas políticas ambientales y de salud las que nos llevan a pagar las consecuencias de haber provocado el desequilibrio natural.
Del muro de UPVA – Unidos por la Vida y el Medio Ambiente»