Zonal: Un pampeano busca a los receptores de los órganos de su hijo
Daniel Jensen, un hombre de General San Martín, dijo estar “devastado” y anunció que quiere encontrar a los receptores de los órganos de su hijo, Bruno (18), quien murió después de una operación de un tumor que atravesó 5 de octubre. “Solo queremos darte un abrazo”, dijo, en un emotivo mensaje.
“Si fuiste transplantado/a de hígado o riñón el 6/10/18 después de las 3:00 am, Bruno puede ser quien con su final, esté prolongando tu vida”, escribió en su cuenta de Facebook. “Nosotros sabemos que era su deseo, lo dispuesto que estuvo siempre a ayudar a quien tuviera un problema de salud, lo que ésto lo sensibilizaba, lo contento que se puso cuando salió la ley Justina, etc. Si estás agradecido/a a este ángel que te regaló parte de sí para que pudieras seguir viviendo, quiero que sepas que sólo queremos darte un abrazo, alguna vez. Daniel Jensen y Flia”.
La historia de Bruno Jensen, la pelea por la vida y la difícil decisión de su padre
Detrás del posteo de Daniel Jensen (49), el padre que hizo un llamado conmovedor en las redes sociales para conocer a los receptores de los órganos de su hijo, Bruno; hay una historia de lucha y apuesta por la vida. Y una decisión dificil.
Jensen vive en General San Martin, un pueblo del sureste de La Pampa, ubicado en una zona agrícola-ganadera. La foto que compartió en el mensaje, una selfie con su hijo en un corral, con dos toros atrás, encierra la pasión y el sueño que compartía con su hijo: el campo y el proyecto de una cabaña.
El pedido, que es la búsqueda de Jensen y su familia (Laura, su esposa y un hija de 13) fue lanzado sin otra intención que conocer a quienes recibieron el hígado y los dos riñones de Bruno.
El padre puso en su estado que se sentía ‘devastado‘. Y pidió: ‘si fuiste trasplantado/a de hígado o riñón el 6/10/18 después de las 3:00 am, Bruno puede ser quien con su final, esté prolongando tu vida”.
Agrega: “Sabemos que era su deseo, lo dispuesto que estuvo siempre a ayudar a quien tuviera un problema de salud, lo que esto lo sensibilizaba, lo contento que se puso cuando salió la ley Justina”.
Por último, dice: ‘Si estás agradecido/a a este ángel que te regaló parte de sí para que pudieras seguir viviendo, quiero que sepas que sólo queremos darte un abrazo, alguna vez. Daniel Jensen y Flia‘.
Daniel, aunque está al tanto de que los responsables de los transplantes no pueden poner en contacto a las partes en forma directa, sabe que se produjeron encuentros. ‘Busqué asesoramiento y si el operador tiene buena voluntad, le pueden avisar el receptor que la familia del donante lo quiere conocer. Es una decisión de ellos‘.
La muerte de Bruno sorprendió a los Jensen. Ya había superado dos operaciones, las dos de urgencia. por malformaciones en el cerebro; la última, hace diez meses. Ahora enfrentaba una cirugía programada, para lo que se llama ‘la recanalización‘ de esa patología.
‘Este vez era programada. Bruno fue más tranquilo que nunca. Y nosotros también. Cuando estaba por entrar al quirófano, el neurocirujano me dice que era una operación muy compleja”, explicó Jensen. Bruno murió tres días después de la intervención.
Bruno, quien murió el 5 de octubre pasado, superó dos intervenciones por una malformación arterio venosa, una patología que hace un año le provocó un derrame.
El joven se repuso con una compleja operación. Le tuvieron que poner una placa, en la parte del cráneo que tuvieron que sacar para la intervención. Pero el pasado 25 de septiembre volvió a tener un fuerte dolor de cabeza en el colegio: tuvieron que llevarlo en auto a Buenos Aires (ese día había paro y no consiguieron ambulancia) porque con sus antecedentes era una situación grave.
El 2 de octubre pasado lo operaron a Bruno. Pero nunca despertó. Al día siguiente tuvo un edema y que solo podían enfrentarlo con una craneotomía, una maniobra con graves secuelas.
Allí, Daniel recordó una charla con su hijo quien le dijo que no queria pasar el resto de su vida en sillas de rueda.
Entonces decidió que no se haría esa intervención. “No sé si hicimos bien. Pero era egoísta hacerlo para tenerlo entre nosotros”, dijo Daniel Jensen.
‘Iba a estudiar veterinaria. Terminaba el secundario y empezaba el año que viene. Le gustaba la genética, queríamos poner una cabaña‘, cuenta Daniel sobre su hijo.
Su campo, una pequeña explotación a unos 10 kilómetros de General San Martín, fue el sueño que Daniel en pudo concretar hace siete años, después de más 20 años en la actividad petrolera. Y el campo se convirtió en la pasión de Bruno, de a poco.
Compartieron otra pasión desde que Bruno tenia 5 años: el karate. ‘Yo practicaba y fue el deporte de Bruno. Tiene trofeos. Era un chico muy informado que se interesaba por el deporte, la política.
Parecía más grande‘, dice Daniel. Esa inquietud la volcaba en los trabajos del colegio secundario Estrada de General San Martín.
Aunque nunca hablaron de la donación, Bruno siempre se manifestó a favor. ‘En su página de Facebook celebró la Ley Justina. Yo sabia de su postura. Lo único que me dijo una vez era que no quería terminar en una silla de rueda. Nunca hablamos abiertamente de la donación, es un tema duro para hablar con una operación así. Pero nosotros sabíamos que él quería donar‘.
El 2 de octubre de 2018 fue la operación. El 5 de octubre, Bruno murió. Y esa madrugada su órganos, el hígado y dos riñones, fueron trasplantados. Daniel Jensen y su familia quieren abrazar a los receptores, una forma de abrazar a Bruno.
Dios consuele su corazón
¿Y si Dios no existe?
Mejor que busque consuelo por otro lado…
VOS ROSANITA SEGURO QUE NO TENES CONSUELO…. QUE TATITA DIOS SE APIADE DE VOS….
SR. JENSEN LE DESEO LO MEJOR, UN FUERTE ABRAZO!!