Después de 60 años como canillita, Julio Sequeira abandona el oficio
Tomó la decisión y a fin de mes ya no repartirá mas diarios y revistas como lo hace desde Diciembre del año 1958 y al kiosco que lleva su nombre lo dejará cuando se vendan las golosinas que queden.
Ayer, en medio del frío del atardecer se lo confirmó a Distrito Interior mientras los clientes, normalmente empleados de comercios de la zona y niños que pasan en sus bicicletas por el lugar, compraban masitas, chupetines, caramelos y por supuesto alguna revista.
Ya tengo 75 años y quiero estar más en casa, con los nietos; dedicarle ese tiempo, en referencia al del trabajo, a mi familia, cuenta nostálgico pero convencido de que ha llegado la hora de vender el reparto que ya tendría su nuevo dueño aunque faltan ultimar unos detalles, según contó sin mayores precisiones.
Diariamente llega a unos 50 clientes, algunos de los cuales están desde la primera hora y son los nietos de los originales compradores. A pesar del avance tecnológico la gente sigue comprando el diario; en menor cantidad, pero se vende, aseguró.
Julio está en en San Martín casi Moreno desde hace 21 años en el último kiosco municipal sobre la vereda que existe en General Villegas. Este lugar estaba ocupado anteriormente por un señor de apellido Repetti, recuerda y al ser consultado por la suerte que correría la estructura, al igual que nosotros, escuchó que sería demolida, pero nadie lo ha confirmado aún.
El último kiosco con esas características se encontraba en San Martín y Rivadavia y fue demolido.
Sus primeros pasos como canillita los dió junto a Francisco Millán, padre de Nelson, quien tenía la distribuidora de diarios y revistas en la calle Belgrano entre Alberti y Moreno, luego, una vez que dejó de ser empleado del canal de televisión local hace un poco más de dos décadas decidió ser autónomo.
No me ha ido mal, me ha permitido sostener la familia, se refiere al aspecto económico del reparto y kiosco. Claro que estoy todos los días, con sol, lluvia o viento. Antes repartía en bicicleta, ahora en moto; más porque el cuerpo me lo pide que por comodidad, bromea y vuelve al interior de su segunda casa porque acaba de llegar un cliente.
Julio es, además de un vecino conocido, un símbolo viviente del paisaje urbano y cotidiano de los villeguenses que sin duda se lo va a extrañar una vez que en con su retiro concretado nos de una muestra más del paso y cambio del tiempo.
que gran persona que son Julio y Cacha. Se los va a estrañar, pero es hora de que se dediquen un poco a disfrutar de uds. Les mandamos un abrazo grande desde General Pico. Flia. Cuffia
Nací en general Villegas..ya hace muchos años..tengo hermosos recuerdos..la escuela 1..la casa del niño..el parque ..la PALMERA..la cueva del loco..amigos que ya no están .. otros que no se donde andarán..las romerías del Prado ESPAÑOL.. qué lindo.. gracias Villegas por lo que me diste