Nació Docentes Autoconvocados de General Pinto, se presentaron mediante un comunicado
Docentes Autoconvocados de General Pinto es una agrupación constituida por representantes de la educación de General Pinto que nació por la preocupación que tenemos quienes formamos parte del colectivo docente por la situación de gravedad que está atravesando la educación pública en la provincia de Buenos Aires, y particularmente en nuestro distrito.
Docentes autoconvocados está conformada por docentes en actividad y jubilados quienes vemos que día a día la educación pública esta siendo avasallada por medidas que atentan contra la Ley Nacional de Educación y la ley provincial de Educación que establecen que la educación es un derecho para todos los habitantes de nuestra nación.
En esta visión sobre la situación crítica de la educación nos acompañan otros miembros de la comunidad que no son docentes pero que observan con mucha preocupación lo que sucede, porque entienden que esto afecta no solo a quienes formamos parte del sistema educativo, sino que afecta los derechos de todos.
El 27 de agosto de 2018 fue el día de nuestro nacimiento como agrupación. Ese día nos reunimos para analizar y tratar de comprender el marco político que nos pone en esta situación de gravedad y de emergencia educativa. Fue también una jornada donde muchos compañeros expresaron su angustia ante la pérdida constante de derechos a la que asisten desde que se desarrolla en la provincia de Buenos Aires esta política educativa.
Por ello, quienes formamos parte del colectivo Docentes Autoconvocados de General Pinto, queremos expresar nuestra profunda preocupación por diferentes situaciones que atentan contra la educación pública y contra el derecho a la educación expresamente establecido en las leyes 26206 (nacional) y 13688 (provincial).
En principio queremos decir que para nosotros es doloroso de recurrir a la medida del paro, dispuesta por los gremios docentes del Frente Unidad docente Bonaerense, porque nos duele profundamente que los chicos pierdan días de clase, y porque debemos afrontamos descuentos de los ya insuficientes sueldos y porque sufrimos la estigmatización de los medios de comunicación y de quienes nos acusan de “vagos” y de estar pidiendo lujos “Flan”. Por eso lejos de nosotros está llegar a la instancia de “hacer paro”. Jamás lo quisiéramos. Nuestra vocación es estar en el aula, enseñando.
El reclamo de sueldos dignos: un maestro cobra $13.000 cuando la canasta básica es de $19.000. El gobierno ofrece un aumento en cuotas del 19% y la inflación es del 30%. Dentro de ese ofrecimiento se incluyen sumas en negro. No perciben ese aumento los jubilados. Escuchamos a nuestros compañeros angustiados porque se les hace imposible pagar los servicios básicos. Otros que no pueden afrontar los viajes (para ir a trabajar) y han decidido renunciar a sus trabajos dejando su profesión de lado y hacer otras tareas que les garanticen el sostén de sus familias.
El cierre de Escuelas Rurales y Bachilleratos de Adultos así como la fusión de cursos implica la pérdida de cargos en el distrito. Son personas que se quedan sin trabajo en lo inmediato y son menos oportunidades laborales a futuro.
La flexibilización laboral en la educación se ve reflejada con el pase de los equipos de orientación escolar (EOE) y profesores de la rama artística a convertirse en equipos de distrito; o con los profesores de educación física que dejarán de ser agentes de la Dirección General de Escuelas, y pasaran a ser monotributistas. Todo esto implica pérdida de derechos, inestabilidad laboral y menos oportunidades para los nuevos profesionales.
La implementación de la nueva resolución de inclusión, que en sus concepciones es incuestionable, con recorte, perdida de cargos y sin EOE en las escuelas es imposible de llevar adelante. Los docentes que están a cargo de aulas superpobladas debiendo atender la diversidad y complejidad existente están comprobando que la incorporación de niños y niñas con otras discapacidades sin el acompañamiento de otros agentes se hace imposible de lograr una verdadera inclusión.
Las Escuelas no reciben ningún tipo de fondos para arreglos de edificios, compra de materiales didácticos o recursos para desarrollar actividades especiales o insumos para las tareas administrativas. Por eso es que nuevamente las escuelas organizamos Ferias del plato, rifas y actividades para recaudar fondos imprescindibles para el desarrollo de la actividad educativa (esto lo hacen los docentes, fuera de su horario, aportando el que pueden o lo que tienen, es decir por su vocación y por su deseo de ofrecer lo mejor a los estudiantes).
El Consejo Escolar cubre gran parte del mantenimiento de los edificios pero también manifiestan que no pueden cubrir en muchos casos el traslado de alumnos y los cupos comedores y Servicio Alimentario Escolar (SAE). El contexto inflacionario hace que todos los presupuestos sean imposibles de sostener.
También pensamos que el desfinanciamiento de las Universidades nos afecta a todos. Toda la comunidad entiende que el acceso a estudios superiores es lo único que garantiza el ascenso social y la mejora de la calidad de vida. Todos tenemos la expectativa de que nuestros hijos puedan seguir estudiando. Por eso sostenemos y defendemos que la Universidad debe ser pública, libre y laica.
A la comunidad de General Pinto solicitamos estén informados y luchemos todos por la defensa de los derechos adquiridos dejando de lado las diferencias superficiales y de formas.
“Si los derechos que yo tengo no los tienen los demás, entonces no son derechos; SON PRIVILEGIOS. No queremos un país donde estudiar sea un privilegio. SIN EDUCACIÓN NO HAY FUTURO”.