Profundo dolor causó el deceso de Daniel Burgueño
Sixto Daniel era su nombre pero todos lo conocían y llamaban por su apodo; «el ciego» tenía 49 años y ayer falleció sorpresivamente.
La noticia que se comenzó a conocer desde alrededor de las 21:30 hs. caló hondo en buena parte de la población, no solamente de la ciudad cabecera, sino en todo el distrito, dado que era muy conocido por su trabajo como chofer de Desarrollo Social del Municipio de General Villegas, el que llevaba adelante desde hacía décadas.
Su temprana muerte impactó sobre todo por la clase de persona que era. Nadie puede ocultar su tristeza al referirse a él como un hombre de absoluta entrega en lo laboral, siempre dispuesto y disponible para cuando se lo requería sin importar las circunstancias o momentos. Pero sobre todo su buen humor.
Ayer sábado, Burgueño había viajado a la localidad de Villa Sauze a buscar a los aspirantes a bomberos a quienes trasladó hacia la ciudad cabecera a bordo del utilitario que manejaba. Tres veces al mes los futuros bomberos se desplazan al cuartel local y uno lo hacen los instructores hacia Sauze.
Al llegar a Villegas el rodado se rompió sin que pudiera ser reparado hasta la semana, por lo tanto, teniendo que regresar al pueblo porque allí lo aguardaba su esposa, quien había ido a visitar a su familia, Daniel se ofreció a llevar algunos en su auto particular.
Así sucedió con una parte de los aspirantes mientras el resto fue llevado por un móvil de Gral. Villegas.
Eran aproximadamente las 20:00 hs., estando en la casa de la familia de su compañera, cuando se descompensó (habría sido un evento cardíaco) recibiendo allí los primeros auxilios, para luego ser trasladado a Intendente Alvear donde arribó sin vida.
Esta tarde sus restos recibieron sepultura en el cementerio local donde al igual que en la calle y las redes sociales, se observaron muestras del dolor que causó su partida. (La foto de esta nota fue publicada ayer, acompañada por un mensaje de despedida, por su amigo Oscar Trojaola)