Encuentro de motos de gran cilindrada en General Villegas
Pasadas las 13 horas, ingresaron en caravana al centro de la ciudad.
No fue un moto encuentro, pero reunió a los amantes de una pasión, como ellos mismos definen al gusto por estas motos que van de los 600 a los 1600 cc. El único requisito, ése, que fueran de gran cilindrada. El organizador fue Maximiliano Bathis, propietario del un taller que atiende estas joyas, ubicado en Rivadavia y Beruti de General Villegas.
El punto de encuentro fue la sede del club Atlético donde compartieron un moto asado que se extendió tanto como la sobremesa. Abundaron las anécdotas, planificaciones de nuevos viajes, ya que la mayoría de estos hombres tiene ese vínculo con la moto y fue sin dudas, la creación de nuevos vínculos, ya que algunos de los concurrentes no se conocían entre sí.
Quienes poseen este tipo de motos, no suelen reunirse como lo hicieron en esta oportunidad, más bien asisten a peñas en sus lugares, donde el número de participantes generalmente es reducido. Y es entre ellos, que realizan los viajes de aventura donde recorren cientos de kilómetros apreciando lo que el paisaje les ofrece.
Unas 40 máquinas, de las cuales la mitad eran propiedad de villeguenses, fueron estacionadas a 45º en plena calle Moreno, motivo por el cual no paso mucho tiempo para que la gente comenzara a llegar, atraída por la nueva postal del centro. Allí permanecieron casi toda la tarde.
Hubo motos de Coronel Charlone, Trenque Lauquen, Pehuajó, Piedritas, Carlos Tejedor, Emilio V. Bunge, Banderaló, Tres Algarrobos y General Villegas.
Hubo dos cosas que merecieron la atención de Distrito Interior; una, la moto Yamaha 1000 cc, propiedad del «gallego» Sánchez, el villeguense que acababa de arribar con su flamante rodado okm y lo estrenaba en esta oportunidad. La otra, la presencia en el evento de Fabio Arcomano, el Fiscal de Trenque Lauquen que en esta oportunidad estuvo en nuestra ciudad, despojado de todo cargo, pero no pudimos dejar de mencionarlo.
Variedad de marcas, modelos y estilos, con un solo y claro objetivo; pasar una tarde con la gente que comparte la misma pasión.
Teniendo en cuenta el resultado de esta primera experiencia, no se descarta, es más, sin fecha ni lugar confirmados, ya se piensa en el próximo moto asado.