Otra vez las ovejas de Geltgenlichter
«Quedan poquitas, pero ya las van a terminar»; con esa frase, mezcla de ironía y resignación, el pequeño productor resumió lo que este mediodía volvió a vivir con su rebaño.
A las 11:30 salí y a las 12:15 los vieron, refiriéndose a los perros que una vez más, la tercera o cuarta en poco tiempo, volvieron a atacar a sus animales provocando daños irreversibles.
Lastimaron 3, quedan solo 20 de una majada de 70 que hace 2 años teníamos, resumió.
La quinta de la familia se encuentra sobre la ruta 188 frente a la planta de Camuzzi. Las pérdidas en pesos es tan importante como en unidades, pero no tanto como la anímica que logra desmoronar a cualquiera.
Sin respuesta aún teniendo la certeza que los perros tienen dueño y no están tan lejos, solo queda seguir agudizando el ingenio para ver cómo se evitan más muertes, sin que se cometa «un error» en el intento.