Estuvieron en General Villegas camiones con equipos para el polémico fracking (VIDEO – AUDIO)
Qué es el fracking, la polémica práctica que «divide aguas» en Mendoza
La modalidad fue aprobada por el gobierno provincial hace un mes. Ambientalistas la rechazan por contaminante.
El gobierno de Mendoza habilitó el fracking hace poco más de un mes a través de un decreto de gobernador Alfredo Cornejo. La medida abrió un debate en la provincia, dado que la explotación de hidrocarburos con ese método recibe fuertes críticas por posible contaminación que trae la explotación de hidrocarburos. Mientras ambientalistas aseguran que están probados los daños que provoca la práctica (motivo que llevó a prohibirla en varios países del primer mundo), desde el Ejecutivo provincial explicaron a Perfil que la técnica no daña el agua de la región.
La localidad mendocina de General Alvear protagonizó este lunes una pueblada en reclamo a la técnica de fractura hidráulica. Cerca de 2500 personas se concentraron para pedir que saquen dicha práctica de la provincia por la contaminación del agua. El sitio local Mendoza Online atribuyó el reclamo a un audio de la mujer de Marcelo Núñez, director de Agricultura del gobierno anterior: en ese mensaje, la mujer afirma que el fracking utiliza «plomo y cianuro» para su aplicación, lo cual desmienten las autoridades provinciales.
Más allá del origen del reclamo, desde el 9 de marzo, cuando se habilitó la práctica, los habitantes y los especialistas toman posturas diferentes. En diálogo con este medio, el abogado ambientalista Enrique Viale explicó que el fracking es una técnica de explotación de hidrocarburos muy cuestionada en el mundo. «Está prohibida en Francia, en Alemania, en algunos estados de Estados Unidos, en Bulgaria, en Inglaterra. Hay muchas pruebas científicas que comprueban su contaminación», afirmó.
«La traducción de fracking es fractura hidráulica, a través del agua y muchos químicos se fractura la roca a miles de metros de profundidad, a diferencia de los hidrocarburos convencionales que uno pincha y por la propia presión obtienen los minerales. El proceso del fracking termina con todos esos centenares de miles de litros de químicos en las aguas subterráneas, generando contaminación. De hecho el agua que les vuelve ya contaminada la dejan en pozos, generando más contaminación», continuó el especialista.
Miriam Skalany, ingeniera química y directora de Protección Ambiental provincial, contradijo las afirmaciones de Viale. «Está reglametado que se utilice agua de formación, que es agua que no es apta para ningún uso. El fluído de la estimulacion es 94,5% de agua, el 5% es arena y el 0,5% de aditivos. De esos aditivos, lo poco que puede quedar está a 2500 metros de profundidad, que es donde se realiza el proceso. Es muy improbable que afecte a las napas que están a 300 metros de profundidad«, dijo a Perfil.
Un estudio del Departamento de Irrigación de Mendoza, designado para controlar la contaminación del agua, reveló días atrás que en la primera toma las napas de Malargüe estaban contaminadas. Consultada por PERFIL, Skalany explicó que esos estudios fueron la «primera prueba» y que los hidrocarburos detectados eran provenientes de «la perforación del pozo inicial, en donde no habían limpiado antes de hacer la prueba».
«En las siguientes dos pruebas dio negativa la presencia de hidrocarburos, así como en la auditoría pública que realizamos«.»Se hizo una auditoria con investigadores del CONICET. Está todo probado», concluyó la funcionaria provincial.
El decreto que permite el fracking especificó que la autoridad de aplicación sea la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial y estableció que todo proyecto de exploración y explotación en formaciones no convencionales debe pasar por una evaluación ambiental. Los artículos de la norma exigen la adopción de un sistema cerrado de procesamiento de fluidos, y controles de la medidas preventivas para preservar aguas superficiales y subterráneas.