Una multitud marchó repudiando la prisión domiciliaria del violador de General Pinto
Esta tarde la gente se concentró en el Playón de la estación del Ferrocarril desde donde marcharon hasta la Plaza Principal para pedir que se encarcele o retire de la ciudad al hombre que está imputado, acusado de haber abusado sexualmente de tres nietas de su pareja.
La columna caminó pacíficamente por la avenida principal hasta llegar frente al palacio Municipal, donde se firmó un petitorio que será entregado en mano a la Fiscal que entiende en la causa en el que se expresa el pedido del pueblo, pero además constan otros detalles sobre el hombre detenido en su domicilio.
El mismo fue firmado tanto por hombres como por mujeres y se le seguirán sumando rubricas durante los primeros das de la semana, tanto en la ciudad cabecera como resto de las localidades del distrito.
La única oradora fue Paula Balvidares (foto interior), madre de dos de las tres víctimas, la que comenzó agradeciendo la presencia de quienes se manifestaron pidiendo el pueblo al abusador.
Luego dijo que la manifestación no era por ninguna de las jóvenes víctimas, sino por todos, sugiriendo que lo ocurrido debe transformar a la sociedad y relató que como mamá siempre creyó que las debía cuidar a sus hijas de un resfriado, una vacuna, una curita; que muchas veces observaba este tipo de casos por televisión y pensaba ¿cómo podía una mamá estar fuerte?, «me tocó», enfatizó.
«Acá se debe cambiar las leyes, acá no vinimos en contra de la Policía que nos apoya y nos protege, de la Fiscalía tampoco, tenemos que pedir que las leyes se cambien, que los jueces que firman esto no lo firmen más y que los políticos que están en el Congreso vean estas cosas, porque hay muchos chicos, y acá el colegio tuvo mucho que ver para que las nenas pudieran habar y fueran escuchadas.
Esto no fue hace siete meses, esto comenzó hace diez años con J. se calló y se ocultó; me hago cargo, después le tocó a L. y también se siguió igual, hasta que un día tuvieron el coraje y lo plasmaron en el colegio y el colegio con su equipo, con su directora, tomaron fuerzas e hicieron la denuncia.
Que se cambien las leyes, es lo que pedimos. Este hombre hoy está en su casa, sin tobillera a cargo de R. M. (su pareja).
No es por las chicas que se pide esto, ellas están a salvo, nos tienen a todos nosotros, me tienen a mi, tienen el cariño, se salvaron. hay muchos nenes como pasó días pasados en Junín que no pueden hablar, hay personas a alas que les pasó hace mucho y quedó como una anécdota en la familia y no está bien.
Nadie, nadie los tiene que tocar, nadie tiene que abusar de ellos.
Hoy les doy gracias porque están acá y mis lágrimas se transforman en risas con ellas; son nenas sanas y felices, ustedes saben y las ven», expresó.
Luego de agradecer una vez más, sugirió que no quede en una marcha más y que las ganas de tirar piedras que situaciones como las que vive la ciudad generan, no conducen a nada y generan más violencia, se unan en firmas.
Resaltó que no pretenden ser abanderadas de nada, que el cambio tiene que salir de cada uno de los que lo quieren, porque aunque parezca que no se puede cambiar nada, se puede hacer mucho.
Insistió con la modificación de las leyes, ejemplificando con aquellas que por tener más de 70 años le permitan a un abusador estar con prisión domiciliaria, el mismo que le arrebató a niñas pequeñas su inocencia.
«Los grandes nos podemos defender, los niños, no», concluyó y la multitud respondió con un cerrado aplauso como muestra de apoyo y compromiso.