Los hermanos encadenados abandonaron la Municipalidad con la promesa de ser recibidos y atendidos

Graciela y Ariel Castro que ayer por la tarde se encadenaron a una planta en la puerta del Palacio Municipal reclamando porque les habían dado, hacía dos meses, un turno para el lunes a fin de realizar el certificado de discapacidad y al ir, luego de una larga espera durante la mañana, les comunicaron que el médico que realizaba lo solicitado se encontraba de vacaciones y hasta dentro de un tiempo no regresaría, entre otros detalles.

A eso se le sumó que sus padre, Ramón Nemesio Castro, vive desde hace tiempo en un viejo colectivo ubicado en un predio detrás del vivero municipal y, según su hija, el estado de salud del hombre, se vuelve cada vez más precario por las condiciones en que habita, motivo por el cual, ha solicitado en varias oportunidades una ayuda para revertir la situación.

Lo detallado causó la suficiente desesperación como para decidirse a protestar de manera extrema.

Minutos antes del inicio de la sesión en la que asumirían los nuevos concejales, policías, asistentes sociales y hasta la administradora del hospital se comprometían a atenderlos en su reclamo este martes.

Por un lado el padre será visitado en la vivienda y la mujer, hermana de los dos jóvenes, uno con serios problemas en la vista y el otro de motricidad (foto interior mientras esperaban ayer en un pasillo del nosocomio), será recibida a las 7:00 hs.

Si desde el Municipio se incumpliera con lo prometido, no dudarán en volver a reaccionar de la misma manera, aseguraron, aclarando que no quieren todo servido, por el contrario; es sortear esta angustiante situación y recibir un trato digno y sin tantas vueltas, concluyeron.