Para leer y saber: ¿Quiénes decidieron que el hornero se convirtiera en el ave nacional?
La simpática historia de una votación realizada en 1928; las buenas performances del cóndor y del tero y la importancia de tener espíritu trabajador
l 22 de marzo de 1928, el diario La Razón publicó una encuesta dirigida a los niños preguntando cuál era el ave que representaba a nuestro país. Se adjuntó un cupón, que se publicó en todas las ediciones, para que los chicos completaran. La pregunta era única, sencilla y concreta: ¿cuál era la especie elegida?
El primer cupón que llegó a la redacción fue el de Miguel Fulco, un estudiante de la escuela República del Paraguay, ubicada en la Capital Federal. Fulco le dio su voto al cóndor.
En el tercer lugar del podio, con 4.002 votos, se ubicó el tero. Entre las principales razones que se esgrimieron se hizo hincapié en su conocida cualidad de «ave cuidadora de su prole». El cóndor también se sumó al podio: fue la segunda ave más votada con un total de 5.803 votos. Varios de los argumentos relacionaron al ave de las alturas con la gesta sanmartiniana del cruce de los Andes.
El ñandú obtuvo el cuarto puesto y fue seguido por el chajá, el chingolo, la paloma, el águila, la calandria, la gaviota, el zorzal, el jilguero, el churrinche, el boyero y el loro, en ese orden. La lista continuaba con muchas aves más, pero que recibieron pocos votos.
Tal como se había anunciado, el diario sorteó entre los participantes juguetes y juegos, como ludos, patines, bolos, dominós o maquinitas de coser. Finalizada la encuesta, se comunicó el resultado a la Asociación Ornitológica del Plata. Curiosamente, la revista oficial de esa entidad se llamaba «El hornero».
Por lo tanto, desde 1928 tenemos ave nacional. Los escolares de aquel tiempo fueron los que decidieron la simpática contienda. (Fuente La Nación)