Posibles nuevos cambios en el Gabinete de Eduardo Campana

Los movimientos son innegables y necesarios, aseguran desde el entorno de la máxima autoridad, aunque cada cambio trascendería cuando el propio intendente los de a conocer.

En el primero de los casos, luego de una publicación de Distrito Interior, el jefe de Gabinete confirmó en distintos medios lo que se llevará a cabo en legales.

Hoy y con «fuerza oficial», pero siempre extraoficialmente, se oye que Zulma Sanchez, actual Secretaria de Relaciones Institucionales, tuvo el ofrecimiento para desembarcar en Producción y Medio Ambiente, área que se unificaría, dejando de lado los cargos por si solos de Secretario de Promoción que actualmente ocupa la ingeniera agrónoma Mariel Montoya y el de Medio Ambiente que ocupa el también ingeniero agrónomo Silvio Borone (en la foto interior junto al intendente Campana).

Montoya podría quedar desvinculada, mientras que Borone pasaría a ser Subsecretario o Director, de acuerdo a lo que surgiera de la última decisión que se tome.

Con respecto a Relaciones Institucionales, área creada en esta Gestión y que inicialmente ocupara Daniel Cepa (cuando por entonces Zulma Sanchez se desempeñaba en Desarrollo Social), podría sumarse al nuevo esquema, teniendo en cuenta el trabajo que Sanchez desempeña junto a los Delegados de los pueblos.

De este modo, con la unificación se pretende optimizar resultados y a su vez, cumplir con el mandato nacional y provincial de reacomodar y achicar el estado.

Si bien las conversaciones para llevar esto a cabo existen, todavía no estaría dada la última palabra.

El ahorro inicial con las reformas que se están aplicando y otras que se producirían ascendería a unos 3.500 módulos aproximadamente.

No solo se trataría de ser buen alumno de María Eugenia y Mauricio, sino también de darle a General Villegas una clara señal de gasto medido y recursos bien empleados que se traduzcan en buenos resultados; sobre todo ante un año incierto en términos financieros.

Además, se está a casi un mes de definir el aumento o reacomodamiento de los haberes municipales donde las expectativas de los empleados están muy por encima del porcentaje que la cláusula gatillo establece y sobre todo, la realidad impone.

Pero no alcanza solamente con recortes presupuestarios, a la vista de todos está que hay áreas que piden reformas y cambios.

Atrás quedó el agua al cuello, más allá que aún se sienten sus consecuencias; las autoridades que integran el Municipio de General Villegas están obligados a demostrar para qué están y cuan distintos (para bien de la comunidad) son a lo que la gente con su voto le dijo basta, también, el pasado 22 de Octubre.