A solas con Daniela Canale, la maestra rural que desafía a la inundación
Anoche Distrito Interior dialogó con la docente que aún se muestra sorprendida por la repercusión que su acción está teniendo en los medios nacionales.
Sucede que para esta mujer, maestra desde hace 25 años, oriunda de Santa Eleodora, que estudió en las escuela de El Día y de su localidad perteneciente al partido de General Villegas, viajar hasta los campos donde viven sus cinco alumnos sorteando los obstáculos que la crisis hidrica presenta, es algo que realiza con gusto y vocación.
Junto a ella viajan Ezequiel Rodriguez, el profesor de Educación Física y Jorgelina Vazquez, de inglés.
En el auto de Daniela, la directora de la escuela N° 29 de Colonia La Belita se trasladan hasta donde el camino se los permite; allí los espera un trabajador rural, padre de dos de los alumnos, que a bordo de un tractor los lleva a destino.
Esta rutina inicia cada mañana a las 7:15 y finaliza cerca de las 13:00 cuando regresan a la ciudad cabecera.
El automóvil es una gran escuela rodante ya que en él trasladan todo lo necesario para las actividades del día; desde los cuadernos hasta los conos y pelotas para hacer ejercicio.
En medio de esta situación que data desde Octubre de 2016, ha sucedido que al estar abandonado, el edificio del colegio fue robado entre los meses de Marzo y Abril del corriente.
Allí esperan estar antes de fin de año, siempre que las condiciones lo permitan; la docente confiesa que quisiera poder realizar «en casa» el acto de fin de curso.
La mujer que se emociona cuando se refiere a la educación rural, de la que no duda elegiría si volviera a nacer, es consciente que ésta tiende a desaparecer y las escuelas a cerrar, sobre todo en nuestra región donde la realidad expulsa a la gente de los campos.
Hay lugares donde el agua ha bajado considerablemente, pero otros en lo que sucede todo lo contrario, asegura y cita como ejemplo las cercanías de la estancia San Jorge, donde lo que fue en principio un gran pantano hoy se encuentra unido a la laguna que históricamente existió en ese lugar.
Sobre lo que recibe por parte de los chicos es una caricia al alma, tal sus propias palabras. Verles las caras al llegar, no tiene precio, describe emocionada y agrega que lo único existente es la mesa familiar la que convierten en pupitre y la cocina en el aula (sin pizarrón), con lo que tienen.
Mientras dictan clases, continúan las tareas de la casa.
Estudio y rutina hogareña conviven en el mismo espacio, al mismo tiempo.
Así se estrechan los vínculos, sobrevive la Educación Pública y se sigue haciendo Patria a pesar de todo.
Qué lindo cuando trabajan con vocación!! Felicitaciones Daniela!!!
Felicitaciones Daniela! La educación rural te enseña como docente a atender un plurigrado, a gestionar desde la direccion de la institución, a entender la problematica rural, el sentir de su gente, adentrarte en sus costumbres, amar la naturaleza, a llegar como sea para brindarles a los niños distintos contenidos, procedimientos, y sobre todo leer y escribir con lo que ello significa. Es un ida y vuelta. Si no tenés vocación en la escuela rural, no funcionas como docente. En este distrito debieran de haber muchas Danielas, ya que el distrito es muy amplio, caminos interminables de tierra, barro, agua. Estas escuelas rurales no son como las rurales del gran Bs.As, llegada por asfalto o en colectivo.