Así quedaron dos rostros luego de un ataque, en el medio un conflicto que lleva años sin poder ser resuelto

El pasado fin de semana una vieja disputa entre dos grupos de General Villegas que ya lleva más de cinco años de conflicto, volvió a escribir un nuevo capítulo que esta vez incluyó sangre.

Las jóvenes de las fotos de portada, una menor de 14 años de Banderaló y Melanie Campos, de 20, de nuestra ciudad, salían del boliche bailable la madrugada del domingo y caminaban por el Acceso Malvinas Argentinas hacia el centro cuando, según describe Belén Campos, la hermana de una de ellas, fueron salvajemente agredidas por otras personas que descendieron de un automóvil portando palos y otros elementos.

Una de ellas, identificada como Julieta Aguero, quien al ser consultada desmiente haber cometido tal ataque aunque se reconoce en el lugar, en ese momento.

No obstante y más allá del fuego cruzado, lo que sale a la luz y esta vez contado por sus protagonistas es la profunda diferencia que mantienen entre sí, sin saber claramente cuál fue el origen de la misma.

Entre los antecedentes figuran desde múltiples peleas, hasta el intento de arrebato del hijo de una de ellas, pasando por el incendio intencional de una vivienda.

A esto se le deben sumar las constantes amenazas y denuncias, algunas de las cuales han llevado a que una de ellas en el presente esté realizando tareas comunitarias.

Hasta hoy muchos creían que era cosas de mujeres y que a su manera, a medida que transcurren los hechos, intentan dirimir las diferencias, pero en los últimos episodios intervinieron los hombres de ambas partes quienes se vieron involucrados en los testimonios recogidos como partícipes necesarios (de algún modo).

No disimulan el odio que se tienen pero tampoco quieren seguir viviendo esto que para todos es un calvario, sencillamente porque nadie está tranquilo sabiendo de la existencia del otro, por lo tanto, insistimos, sin tener en claro el motivo inicial de tal situación, piden que alguien interceda para terminar con tanta violencia que de no cesar (de un lado o del otro), saben que «va a terminar mal, de la peor manera» (textual).

Belén Campos (foto interior izquierda) pertenece a un grupo conocido como «Las Cholitas» y Lucía Casas (a quien se la ve junto a Julieta Aguero, la actual pareja de su padre) a la familia Casas – Rodriguez.

Las mencionadas decidieron dar la cara, cada una contando su versión de lo acontecido porque entienden que están muy cerca del peor de los finales.

En las últimas horas, de ambos lados, aseguran haber recibido amenazas y hasta intentos de agresión; es más, por ello, volvieron a radicar una denuncia en la tarde de ayer.

Lo que hasta ahora varias veces fue mencionado y por muchos es sabido, acaba de salir a la luz al ser contado por sus protagonistas a quienes no se las ve cómodas en lo que les toca vivir y en algún punto pueden haber generado.

Sabiendo que en el medio hay menores, en algunos casos de muy corta edad y muchos de estos cruces se dan en ámbitos donde hay otras personas, se ha vuelto peligroso para propios y ajenos.

En medio de acusaciones cruzadas, acciones llevadas a cabo en algunos casos hasta el límite y admitiendo estar dispuestas a todo si esto no cesa, en el fondo lo que se espera que alguien, de ser posible y/o estando para ello, al menos intente interceder para que las crónicas venideras no vuelva a hablarse de este caso.

EN BREVE PUBLICAREMOS LOS TESTIMONIOS COMPLETOS.