Se llamó Operativo Cruz del Sur la investigación por la que detuvieron a un hombre de Charlone
Tal como informáramos oportunamente, la Policía de Córdoba y Gendarmería desbarataron una banda que estafaba vendiendo autos de alta gama robados en Córdoba, Río Cuarto, Capital Federal, La Pampa, San Luis y el interior de Buenos Aires.
Según explicó el fiscal federal Nº 1 Enrique Senestrari los delincuentes «empapelaban» los vehículos, es decir, generaban documentación falsa para luego venderlos en portales web.
Son al menos cinco las personas detenidas y se secuestró una importante cantidad de autos de alta gama, cuadriciclos, cheques, dinero y celulares.
Asimismo, se allanó el hotel donde uno de los miembros de la banda se alojaba para realizar las operaciones delictivas.
La investigación, que se desplegó durante meses, estableció que la banda se hacía con una suma cercana al medio millón de pesos por operación.
«Fue profunda, paciente, con mucha gente trabajando», dijo Senestrari sobre la investigación.
Además, agregó: «Es una tranquilidad para la sociedad sacar de circulación a estos delincuentes que hace que las operaciones comerciales con autos sean tan poco confiables».
El fiscal destacó el trabajo «profesional y paciente» de la Policía de Córdoba.
En tanto, el comisario Carlos Palaver señaló que el estafado se enteraba de la estafa cuando se presentaba en el Registro del Automotor: “Los delincuentes aprovechaban las demoras del comprador para estafar”.
Sobre el detenido en Coronel Charlone
Entre el sábado y el domingo, las fuerzas de seguridad realizaron al menos nueve allanamientos simultáneos en los que secuestraron 13 vehículos de alta gama, medio millón de pesos, cheques y pagarés, celulares y documentos apócrifos, que eran usados para introducir nuevamente al mercado los autos robados. También fueron detenidas cuatro personas, tres de ellos, empresarios dedicados a la venta de autos. Todas eran personas de buen pasar económico.
El líder es un empresario de apellido Villarino, de 37 años, oriundo de la localidad de Coronel Charlone, al norte de Buenos Aires. La actividad declarada en AFIP es la venta de autos usados, con concesionarias en Mar del Plata y otras localidades de Buenos Aires, aunque dedicado principalmente a la venta online. A la par de su actividad “legal”, Villarino ofrecía autos de alta gama a bajo precio, que en realidad eran robados. Para hacerlo, usaba identidades falsas y también entregaba papeles de propiedad de los vehículos que estarían adulterados.
Cuando cayó preso el domingo, Villarino ofrecía dos camionetas a través de WhatsApp haciéndose pasar por un chacarero de provincia de Buenos Aires, en apuros financieros: “Se me inundó el campo y necesito vender la chata para pagar deudas”, decía uno de los mensajes enviados desde un celular que tenía en su poder. El teléfono tenía pegado un sticker con el nombre falso que usaba para esa ocasión: se hacía llamar “Eduardo Duhalde”. (Fuentes enredacción.com y Cadena 3 – Las fotos perteneces a Cadena 3)