General Villegas: Una jornada marcada por la política en medio de las crisis (al Don Pirulero)
Las que vive el distrito son dos (o tres según como se interprete); una la hídrica y de caminos y la de SanCor y su repercusión en la planta de Coronel Charlone. Por todos éstos, ayer lunes las diferentes fuerzas políticas representadas en los poderes legislativo y ejecutivo se ocuparon de los casos.
Eso sí, cada uno a su manera, lo que no significa que ello reste importancia o seriedad a la cuestión. Todo lo contrario.
A las 9:30 hs. el Frente Renovador con el diputado nacional Gilberto Alegre a la cabeza presentaba un recurso de amparo por el cierre de la empresa láctea en la Ayudantía de Fiscal y al mismo tiempo, Eduardo Campana, intendente de General Villegas, en el palacio Municipal con los presidentes de todos los bloques (salvo el Frente Renovador que estaba en la actividad anteriormente mencionada) y los representantes de las entidades del agro, definían como destrabar el conflicto que permitiría finalmente recuperar la transitabilidad en los caminos mediante la intervención de los productores.
El primer caso sorprendió por el despliegue político de la «masa» de alegristas (en su gran mayoría) que acompañaron al legislador nacional en la presentación del mencionado documento; tanto que hasta el presidente del bloque de concejales del Fte. Renovador, como explicáramos antes, desertó de la reunión de sus pares para estar presente allí, lo mismo que las autoridades del Consejo Escolar quienes casi al mismo tiempo que iniciaba el ciclo lectivo (con sus cosas y sus casos luego de un prolongado paro) hacían lo propio en el mismo lugar.
El resto, los más cercanos colaboradores /asesores del diputado y una porción importante de trabajadores de la planta láctea que depositaron en la acción de Alegre toda su confianza para conservar el trabajo.
En el segundo; las expectativas no eran tantas, por lo tanto, al no esperar demasiado, resultó satisfactoria.
Destacable fue que pudieron limar asperezas al permitirse, las partes allí presentes, desahogarse luego de los dichos que son de dominio público, pero lamentablemente eso no contribuyó demasiado a poder iniciar con el arreglo y recuperación de caminos que tanto se requiere.
«Una palabra» lo complica todo.
Mientras el Ejecutivo sostiene que el Legislativo debe declarar la emergencia vial, el legislativo asegura que el Ejecutivo ya cuenta con esa herramienta desde el mismísimo momento en que tiempo a tras y por tiempo indeterminado (aún vigente) se votó la emergencia hídrica.
Al tiempo que ello sucede nada avanza, aunque destaquemos, tampoco nada se detiene …
Por lo tanto la última palabra la tendría el Tribunal de Cuentas a quien se le envió la consulta para que sea el árbitro de la encrucijada semántica que lleva algo más de un año sin poder ser resuelta.
El tiempo que tarde en llegar la respuesta será el que deban esperar los productores y vecinos para que se ponga, en el más amplio sentido de la palabra, manos a la obra.
El objetivo final de todos y todo durante este lunes fue la gente; de eso no caben dudas, como tampoco que en un año electoral cada cual atiende su juego.
Pero; si la unión hace la fuerza, por qué entre todos no buscar una solución más allá de las influencias y potestades que cada uno tiene. Por qué dejar de estar en los lugares para los cuales se postularon, los eligieron y cobran y desde allí, cumpliendo al final con la tarea, hacer lo que les corresponde sin distracciones. Por qué no pensar de una vez y para siempre o al menos en estos casos tan extremos como la inundación y el posible despido de 51 trabajadores que unirse es para gritar más fuerte, escribir con más firmeza, reclamar con más presencia y gestionar con mayor éxito?.
Estar juntos (en el más amplio sentido de la palabra) como muestra de madurez política al menos en esta Patria chica, puede ser el mensaje más aliviador para la sociedad que puso a cada uno en su lugar y hoy los mira por momentos con asombro deslucido; lamentablemente sin excepción.
Alegre, oportunismo a full. ¿El juez le va a ordenar a Charlone que no cierre? Andáaaaa.