Triple choque sobre la ruta 188 entre Coronel Granada y General Pinto
Ocurrió anoche cerca de las 23:00 hs. a la altura del kilómetro 280, lo protagonizaron dos Fiat Duna y una Amarok, cuatro personas debieron ser asistidas; una en el Hospital de General Pinto, las restantes en Centro de Salud de Granada.
De acuerdo a los testimonios recogidos en el lugar, los Fiat Duna pertenecen a trabajadores rurales de la estancia El Huaquén, lugar hacia donde se dirigían cuando uno de ellos sufrió un desperfecto eléctrico por lo que su compañero lo auxiliaba cuando fueron embestidos de atrás por la pick up que circulaba en el mismo sentido (Granada – Pinto).
El auto rojo que tuvo el inconveniente con la electricidad, era conducido por Nicolas Horacio Gatica, de Tres Algarrobos a quien lo acompañaba Fiamma Cornetta, su esposa, embarazada.
En el otro circulaba Félix Daniel Castellano, quien lo hacía junto a su esposa y la hija de ambos, una menor de edad.
En la camioneta, viajaba Emilio Opezzo, de Capital Federal, hacia donde se dirigía proveniente de Alvear, Mendoza.
Gatica estaba siendo acompañado por Castellano quien desde atrás, con las balizas colocadas lo escoltaría hasta el establecimiento rural mencionado, en ese momento, cuando iniciaban la marcha, Opezzo, que no los advirtió, embistió a uno de los autos y luego al otro, ambos sobre la cinta asfáltica, para terminar todos en la banquina y con las consecuencias materiales que están a la vista.
A pesar de la magnitud del accidente, todos los ocupantes se encuentran con vida, la esposa de Castellano y su hija, al igual que Gatica y su pareja debieron ser trasladados para recibir atención médica. El más golpeado fue el hombre que acusaba fuerte dolor en la cadera.
En el lugar trabajaron Bomberos Voluntarios de Coronel Granada, personal policial del mismo lugar y ambulancias de General Pinto y Granada. (Distrito Interior agradece a Pablo Zapata «Tatán»)
CIPSA, La concesionaria del peaje, un capítulo aparte
Observamos durante nuestra estadía en el lugar, que tanto policías como bomberos y un operario de la empresa mencionada advertían a los diferentes vehículos, a un lado y otro del accidente, para evitar un nuevo hecho.
Para ello se habían colocado conos y con linternas llevaban adelante la tarea.
Lo cierto y para no dejar pasar, es la necesidad de contar con elementos refractarios eficientes y balizas que permitan un avistamiento a la distancia, como ocurre en las autopistas donde el costo del peaje está a la altura del de Florentino Ameghino, ya que en las condiciones detalladas corre real peligro la integridad física de quienes están parados sobre la ruta.
Tal vez no sea responsabilidad del peaje, quizá deban las autoridades policiales proveer a sus hombres y mujeres de lo mínimo e indispensable para cumplir con lo establecido en estos casos (los Bomberos Voluntarios quedan fuera de la discusión, por razones obvias, pero sobre todo porque al acercarse podían advertirse sus trajes luminosos).
Independientemente de cual fuere la razón, a esta altura de los acontecimientos debería ser algo resuelto.