Los pueblos del partido se fueron de la ciudad cabecera con las manos vacías

El título resume el final de la movilización que los Pueblos Unidos llevaron a acabo este martes tal como lo habían propuesto en la última reunión llevada a cabo en Piedritas.

Ambas partes cumplieron con su promesa; la gente del interior del distrito que llegó hasta la ciudad cabecera y se concentró en la Plaza Principal y el Ejecutivo que no los recibió.

A las 20:00 hs. comenzaron a llegar a la Plaza Principal de General Villegas los primeros pobladores, del mismo modo que lo hacían los concejales de todas las fuerzas y algunos dirigentes gremiales, entre otros.

Así se fue tomando forma la primera movilización que tenía como objetivo ser recibidos por el intendente municipal y entregarle en mano un Petitorio que éste llevaría hasta las máximas autoridades provinciales con el fin que entre todos salven esta situación causada por el agua y agravada por diferentes motivos, sobre todo políticos (por los que están y por los que estuvieron).

El encuentro que se prolongaría hasta las 22:30 aproximadamente, pasó por diferentes momentos.

Algunas de las personas allí presentes fueron dialogando con los medios destacando en su mayoría que la movida no era en contra de Campana sino para acompañarlo «hacia arriba» en la búsqueda de soluciones que las diferentes comunidades requieren en lo inmediato, sin desconocer que las obras principales son a largo plazo y naturalmente requieren de un buen tiempo; luego llegarían la entonación del Himno Nacional y las exposiciones de algunos referentes.

Mientras todo ello sucedía en el medio no se dejaba de mirar hacia el Palacio Municipal que se encontraba iluminado, con las puertas abiertas de par en par, pero vacío de funcionarios.

Así permaneció hasta que no quedó otra opción más que el regresar a sus lugares.

Sucede que en todo momento se esperó la llegada de intendente al que el concejal Tau (FpV), convertido desde el mismo lunes en el intermediario entre los vecinos de los pueblos y la máxima autoridad, contactó reiteradamente vía telefónica en la noche, para que se hiciera presente, pero eso nunca sucedió.

Desde la mañana el Jefe de Gabinete había expresado que advertían intenciones políticas, principalmente del Frente Renovador, en toda esta movida por lo que se no accederían al pedido, salvo que un grupo de pueblerinos, Petitorio en mano, se hiciera presente, sin gente en la Plaza.

Una cosa no sucedió y la otra tampoco.

Mones Ruíz a su vez había reconocido que durante las últimas horas existieron contactos telefónicos con diferentes vecinos autoconvocados, principalmente de Bunge, a los que les habían manifestado su descontento y desconfianza por la influencia política que advertían en el grupo (lo que sin dudas contribuyó a que se produjera un quiebre); lo que contribuyó a que muchos provenientes de ese pueblo no estuvieran, como así tampoco el Petitorio original con todas las firmas que aún permanece en su poder.

Con el paso de los minutos se fueron desvaneciendo las expectativas con las que habían llegado hasta que en un momento el intendente les manifestó, siempre vía telefónica, siempre comunicado con Tau, que recibiría a 10 de ellos siempre que la Plaza estuviera despojada de (pacíficos) manifestanes. Sólo debían darle unos minutos para organizarse.

Así sucedió; algunos se retiraron por completo, otros permanecieron dispersos, ya no concentrados, por las inmediaciones y un reducido grupo se ubicó frente al ingreso del Municipio sobre la vereda a la espera. En esas condiciones pasaron 60 minutos hasta que llegó la sentencia. Campana no los recibiría porque había pasado por el  lugar y al ver el incumplimiento de lo pactado había decidido no concretar.

Con esas palabras, nuevamente Tau, pero esta vez comunicado telefónicamente desde su casa ya que como la mayoría se había ido a pedido del primer mandatario, le daba las nuevas a una de las referentes de los Pueblos Unidos

Lo que siguió fue desconcierto.

Sobre el final Germán Fernandez, vecino de Cañada Seca (militante peronista y autoproclamado pre candidato; particularidades de las que aclaró estaba despojado en ese momento pero que por cuestiones obvias se deben citar)  llamó personalmente por teléfono al intendente quien reiteró las explicaciones con un agregado según el mencionado; que no le importaba que muchos de los allí presentes tuvieran que volverse a sus pueblos aún teniendo que atravesar el agua, pero no sería funcional a ciertos manejos políticos (palabras más, palabras menos), por lo que este miércoles en algún momento de la mañana los recibiría.

Luego de diferentes expresiones, a rigor de verdad, ninguna desestabilizadora, los aproximadamente 10 que quedaban, aseguraron que harían un comunicado informando su visión, sensación y consecuencias de los hechos.

La noche de anoche dejó un sabor extraño, «algo» flotando en el aire y un final abierto.