MUY IMPORTANTE: Informe sobre el parásito y enfermedad por el que murió José, el niño de Arenales
El Farmacéutico Juan José Prieto (foto interior – Mat.: 13826 ), de la localidad de Tres Algarrobos compartió el siguiente material relacionado al fallecimiento del niño José Pedernera, de Arenales, quien se infectó luego de estar en la laguna de Vedia con un parásito propio de las aguas estancadas y que afecta, principalmente, a niños y jóvenes que se bañan en lagos, lagunas o piscinas poco cloradas.
La Meningoencefalitis Amebiana Primaria (MAP) es una enfermedad rara y fulminante.
En Argentina muere un niño de 8 años tras bañarse en una laguna
En las poblaciones del interior de Argentina es habitual, en la época estival, ver a los niños y jóvenes jugando en lagunas, una rutina que no presupone un resultado fatal.
Hace pocos días, José Pedernera, un menor de 8 años quien vivía en General Arenales fue ingresado en el Hospital Municipal ‘Dr. Ignacio Pirovano’, donde se le diagnosticó Meningitis, siendo luego derivado a la clínica ‘La Pequeña Familia’, de Junín. En la clínica fue descartado el diagnóstico inicial y dado la gravedad del cuadro, fue trasladado al Hospital Militar de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde finalmente falleció.
Según el comunicado de prensa emitido por la Secretaría de Salud de General Arenales, en conjunto con el área de Epidemiología del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, se pudo saber que el diagnóstico definitivo resultó ser Meningoencefalitis Amebiana Primaria (MAP). Esta es una extraña enfermedad de la que se conocen pocos casos en el mundo y es causada por la ameba Naegleria fowleri.
Según lo investigado, todo indicaría que el pequeño adquirió tal patología tras haberse sumergido en aguas de la laguna Mar Chiquita, próxima a la localidad de Vedia.
A raíz de que este tipo de accionar, por parte de los menores y jóvenes, es habitual observarlo en la época estival, resulta interesante tener en cuenta algunos datos de una enfermedad que se la podría definir como rara.
En principio es necesario determinar que el cuadro no representa un riesgo para el colectivo de la población porque no se transmite de persona a persona, ni por ingesta de agua ni por el consumo de alimentos. El parásito amebiano ingresa al organismo a través de la vía nasal y desde allí busca alcanzar al cerebro (el parásito se propaga rápidamente a través de los nervios del sistema olfativo diseminándose a muchas partes del cerebro simultáneamente).
Esta infección se produce cuando los pacientes suelen tener antecedentes de exposición a agua estancada por lo que se sugiere que las actividades lúdicas acuáticas y baños recreativos, sean únicamente realizados en natatorios con agua clorada, con mantenimiento adecuado y controles periódicos. Es interesante remarcar que es sencillo eliminar la ameba mediante la cloración del agua.
Algunos datos
Los primeros casos que se conocen de la Meningoencefalitis Amebiana Primaria fueron documentados en Australia en 1965. En 1966 se reportaron cuatro casos en Estados Unidos y recién dos años después fue encontrado el organismo causante. Entre los años 2003 y 2012 se notificaron 31 casos en Estados Unidos.
Conozcamos la enfermedad
La MAP es una enfermedad fulminante que afecta principalmente a niños y jóvenes que se bañan en lagos, lagunas o piscinas poco cloradas.
La Naegleria fowleri es uno de los 3 géneros de ameba de vida libre asociadas a enfermedades en humanos que se propaga a través de aguas calientes y estancadas, principalmente durante los meses de calor. Entra en el sistema nervioso central después de inspirar agua contaminada, uniéndose al nervio olfativo. A continuación, este parásito va avanzando hasta el bulbo olfatorio del cerebro donde se multiplica en gran medida alimentándose del tejido nervioso y dejando a su paso un gran número de células muertas.
Una enfermedad fulminante.
Entre los 3 a 7 días después de contraerla, los síntomas típicos son la incapacidad para oler y la no percepción del sabor de los alimentos, ambos provocados por la muerte de las células del olfato. Tras esto, la infección se propaga rápidamente hasta alcanzar el cerebro, incluyendo síntomas como dolor de cabeza, fiebre, náuseas y rigidez de los músculos del cuello, progresando a vómitos, delirio, irritabilidad, convulsiones y en ocasiones un coma irreversible. La muerte, generalmente, ocurre dentro de los 14 días de la exposición.
En su tratamiento, la tasa de éxito es por lo general bastante pobre, debido a que el diagnóstico definitivo de la mayoría de los pacientes se ha producido en la etapa final de la enfermedad, y es cuando se han destruido un gran número de células en el cerebro.
De esta enfermedad, altamente mortal, se conocen pocos casos en el mundo, lo que hace muy difícil llegar a un diagnóstico médico preciso e inmediato (la mayoría se hacen post-mortem) y se complica aún más debido a que la evolución es muy rápida y fulminante; como consecuencia las medidas de prevención son esenciales para conservar la vida.