La Escuela Agropecuaria observa expectante el comportamiento del agua que avanza desde Bunge
El tramo final del año 2016 los encontró expulsados de su casa como consecuencia de la gran inundación que afectó a la ciudad cabecera, alcanzado al establecimiento educativo en su totalidad, hoy el panorama se presenta diferente, por lo tanto las expectativas son otras.
Luego del escurrimiento y la baja de la masa hídrica, las cosas fueron volviendo poco a poco a la normalidad aunque por estas horas la atención está puesta en el agua que inevitablemente llegará a las inmediaciones procedente del norte del partido.
Si bien todo indica que de continuar el clima con el comportamiento actual las cosas no serán de gravedad, por el contrario, los canales con agua pero no completos, las defensas construidas y la experiencia adquirida, permiten cierto grado de tranquilidad aunque sin lugar para las distracciones.
Hoy en el edificio se están llevando a cabo las obras urgentes requeridas para el inicio de clases aunque la actividad en el lugar ya inició .
Lo mismo ocurre con el tambo y otros núcleos productivos que se han ido poniendo en movimiento, salvo la agricultura que todavía exige una espera parcial debido al estado del suelo que permanece encharcado en algunos casos y con las napas muy altas en otros.
Consultados Marina Justo y Néstor Montoya, directora y regente respectivamente, se mostraron optimistas con el año en curso teniendo en cuenta el acompañamiento que, sostuvieron, reciben desde el Municipio y la provincia en la atención de sus necesidades principalmente estructurales, las que fueron abordadas para darle solución en el corto, mediano y largo plazo.
Mientras ello ocurre el alumnado seguirá con el dictado normal de clases tanto en lo teórico como en lo práctico, del mismo modo que ocurrió con lo curricular el año pasado a pesar de haber terminado el ciclo lectivo ocupando el edificio de la Escuela de Formación Profesional.
Este año la matrícula inicial sería mayor a la de otros, comentaron los mencionados, quienes atribuyen el aumento a la campaña de difusión llevada a cabo el año pasado por los diferentes colegios y la apertura que se le viene dando a la escuela desde hace un tiempo a esta parte.
Si bien el ambiente laboral e institucional se percibe diferente al de otras épocas, todavía le falta a sus conductores e integrantes de las diferentes áreas, tanto educativas como económicas y financieras, rendir examen ante el pueblo que viene siendo testigo de reiterados desaciertos que han llevado a la escuela Nelly Brown de Emerson a un lugar que no se merece. Para ello se requiere también tiempo.
La naturaleza con su comportamiento ha sido severa con «La Agropecuaria», pero mucho más el hombre con los suyos y ahí reside el mayor desafío para los que asumieron el compromiso de conducir su destino.