La importancia de hacerse oír (desde Emilio V. Bunge y en General Villegas)
Dos situaciones, bien distintas entre si, pueden tener mucho en común.
Sabido es que el que calla otorga, también que el que no llora no mama; como éstas tantas otras frases hechas que, llevadas a la realidad no siempre son tan efectivas como al oírlas o decirlas. De eso saben los actores políticos (sin distinción de partido, frente o similar, al que pertenezcan) y mucho más el pueblo, que los eligió o no, pero que de una u otra manera, los suelen padecer.
Este es tiempo de voces alzadas y de medidas tomadas en el partido de General Villegas. Hasta ahora, como mayormente sucede, por lo bajo, en reuniones poco formales, sin cámaras ni micrófonos a la vista o desde el anonimato en el libro de visitas del portal del diario local se pueden apreciar las voces de vecinos, ex funcionarios, integrantes de comisiones, gente de los medios de comunicación y hasta de empleados de los mismos ámbitos que critican, manifestándose en contra «de» ( «de», puede ser persona en un cargo, sistema, modelo, etc), pero nunca formalmente, como corresponde.
Esta tendencia, va cambiando o eso parece con dos ejemplos tomados en cuenta para esta nota.
Uno, los carnavales de Emilio V. Bunge, que por la dedicación, compromiso y esfuerzos asumidos por sus organizadores van a través de los años imponiendo su estilo desde el interior del distrito. El otro el estado deplorable que desnuda, el derrame de líquidos cloacales, en que está funcionando ese servicio.
En el primer caso, el tiempo de espera y de reacción fue más breve y contundente que en el segundo.
Bunge, que es la localidad donde vive el Jefe de Gabinete de la Municipalidad, supo a través de los medios de comunicación que la fecha de los carnavales en General Villegas organizados por la Comisión Municipal de Fiestas Públicas había dispuesto para este año la duración de los mismos hasta el primer fin de semana de Marzo, de esta manera habría superposición de fechas, con los inconvenientes que esto acarrearía sobre todo, para los del interior del partido, teniendo en cuenta que además de contribuir a fortalecer esta tradición como es el carnaval con la realización de los mismos, es una manera de recaudar fondos que siempre son visiblemente volcados a la institución organizadora, una manera muy clara de devolverle a la población lo que ésta ha aportado.
El anuncio, no cayó muy bien y la reacción no se hizo esperar. A través del sitio web noticiasdebunge.blogspot.com.ar se publicó una columna manifestando el descontento. A continuación publicación textual de la misma.
Carnaval de las migajas
La decisión de la comisión Municipal de Fiestas de General Villegas de tomar todos los sábados de Febrero y el primer sábado y domingo de Marzo para realizar su carnaval confirma dos cosas que ya este cronista ha subrayado reiteradas veces: Primero: Que la ciudad cabecera, a través de sus funcionarios, en este caso vinculados al área cultura, se quieren quedar con todo. Ya se quedaron con la Fiesta de la Tradición que desde hacía muchos años venía organizando el Club Santa Rita de Piedritas; cuando en Villegas ya ni se hacían carnavales o eran “una lágrima”, a principios de las década del 80′, la mirada más amplia de un dirigente y viejo conocedor del carnaval, como el doctor Elmer Yapur, acompañado de un buen grupo de gente, le dio una impronta totalmente nueva al carnaval bungense para convertirlo en una enorme fiesta y también de paso, sacar del ostracismo a varias comparsas de General Villegas que no encontraban su lugar en su ciudad. Lo segundo en lo que quiero insistir es que Bunge NO NECESITA COMER LAS MIGAS QUE CAEN DE LA MESA DEL CARNAVAL VILLEGUENSE. ¿Acaso no tenemos un público fiel, especialmente de los pueblos del interior del partido que aman nuestro carnaval?; ¿Acaso no tenemos la mejor comparsa de toda la zona que sin recurrir a chicas con “concheros” (palabra que se hizo de uso vulgar y por la cual pido perdón por utilizarla) es capaz de hacer vibrar al público a su paso? ¿Acaso no tenemos gente que incentivada en su capacidad creativa puede presentar cosas realmente hermosas si se lo proponen? (ya algunos lo demostraron el año pasado)
Es cierto que la C.D. de Fútbol Club ha quedado reducida a un puñado de voluntades que andan en muchas cosas (remodelar la cancha; el fútbol nocturno; proyecto de reformas en la sede imprescindibles…) pero tienen sobre sus espaldas, hoy por hoy, la principal fiesta del pueblo y es necesario hacerse cargo, no “a lo que salga” sino defendiendo la dignidad de pueblerinos. No es posible organizar una fiesta solo con un mes de anticipación; no es posible depender de los números de afuera; no es posible festejar el carnaval cada vez mas entrada la Cuaresma (aunque el motivo religioso es cada vez es menos influyente en la sociedad); El gobierno ha dispuesto feriados de Carnaval que se podrían aprovechar (justamente con el martes de carnaval se “quema el Rey Momo” para entrar con el Miércoles de Ceniza a un tiempo de reflexión necesario en cualquier sociedad). Brasil lo respeta; Lincoln lo respeta, nosotros nos acomodamos a lo que nos dejen hacer los que, queda demostrado una vez más y sin despertar odios, nada le importan en muchos aspectos , los pueblos del interior del partido. ¿Que espectáculos de relevancia nos ha ofrecido Cultura durante el 2012 a los pueblos, por ejemplo?
Ya es tarde para organizar el gran “Carnaval del Centenario” con el que muchos soñamos cuando terminó la edición 2012. Seguramente se hará lo mismo nuestro carnaval, como se pueda y, si las anunciadas lluvias de marzo se demoran, por ahí tocan otra vez un par de noches fenomenales; se llena de gente, se junta buen dinero y las palabras de este desvelado se convertirán en materia absolutamente opinable, prescindible y hasta inútil.
Producto de esta nota, leída en FM Peregrina el lunes pasado en la mañana, algunas cosas cambiaron o debieron cambiar. Ya no se extenderán hasta Marzo los carnavales de la ciudad cabecera, ni tocarán el la Plaza Principal los Tekis, que se trasladarán al polideportivo del Parque Municipal, ni la entrada costará 15 pesos, sino 20, para no entorpecer los carnavales en la vecina localidad. Así lo anunció en uno de los medios locales Guillermo Baragiotta, reconociendo que sabían de algunos comentarios que se hicieron al respecto, pero que nadie habló con ellos.
Claramente efectivo el reclamo, que no habría llegado a destino, ni se habría materializado, si no fuera por los medios de comunicación existentes, de los que se hizo uso; correcto uso en este caso. El mismo Gilberto Alegre, intendente de General Villegas, es un habitué de las redes sociales para manifestarse, como lo hizo twiteando su descontento o preocupación por la poco clara o previsible coparticipación provincial, o compartir sus expresiones políticas pro Massa.
El otro caso, refiere al reclamo o intimación que los vecinos por iniciativa propia presentarán a ABSA (ver nota Vecinos juntan firmas para intimar a ABSA), para que el problema de todos tenga definitiva, solución.
Estas medidas, no son actos de rebeldía, ni actitudes desestabilizadoras; es, aunque los que se hacen ver en el reclamo no son la gran mayoría; la voz, las manos, las piernas, los ojos, y sobre todo la cabeza y el corazón del pueblo, que está diciendo basta. Es una manera adulta, pacífica y efectiva de contribuir con aquellos, cuyos esfuerzos por mejorar las cosas en pos de la gente, no siempre al alcance de la vista, no están siendo en apariencia, suficientes.
Una frase, cuyo uso es atribuído al brigadier Osvaldo Andrés Cacciatore, cuando gobernaba la Ciudad de Buenos Aires, lugar que ocupó durante casi toda la última dictadura militar, y que en este rincón de la provincia fue popularizada, también por su uso invitando a la gente a manifestar sus preocupaciones por Mario Piacenti desde su masivo espacio matinal radial; reza: «No se queje, si no se queja». Por su origen, en tiempos donde esa parte de la historia tiene una fuerte resistencia, sin dudas, su reproducción es casi un pecado, pero su razón de ser, quizá inconscientemente, ha comenzado a ser aplicada.