El convenio se firmó el día miércoles en su sede de la calle Moreno de General Villegas. Javier Buján y Miguel Di Rosso, presidente y gerente técnico, respectivamente, de la Cámara Arbitral, estuvieron presentes en el Centro de Acopiadores de General Villegas y explicaron, ante un nutrido público compuesto por productores, en qué consiste el flamante convenio.
El primero en tomar la palabra fue Daniel Fuertes, presidente de la entidad villeguense, quien manifestó que «el Centro va a poder emitir el certificado con el aval de la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales. La instrumentalización de este convenio en lo que hace a equipamiento permite una puesta a punto de todos los instrumentos que nosotros tenemos para hacer mediciones acá y también hay un aporte de tecnología nueva que la va a incorporar la Cámara. Esto nos sirve a los productores si de verdad queremos mejorar la calidad de lo que producimos.A partir de la presente campaña de trigo, el productor va a tener la posibilidad de tener un análisis gratis de una muestra de su producción. Eso se va a incorporar a una estadística que lleva la Cámara Arbitral, que tiene el objetivo de saber qué calidad es la que se está obteniendo en la zona y a nivel provincial».
Por su parte, Javier Buján resaltó que «el trigo fue uno de los productos más afectados de los últimos años respecto de su calidad a causa de la política aplicada. Cuando vimos cómo se fue cayendo la calidad del trigo empezamos ahacer un relevamiento».
Buján destacó que el acuerdo con el laboratorio local tiene el objetivo de «federalizar la presencia de la Cámara. Creemos que es la forma de devolver y de aportar al sistema y a la cadena lo que necesitamos para crecer nuevamente. El productor argentino tiene que concientizarse y tiene que empezar a producir lo que el mundo demanda, no cualquier cosa. Por eso tenemos que trabajar en calidad. Hay que ser mucho más profesional en la comercialización; y la comercialización no es solamente el mercado y el precio, sino también la calidad. Esa calidad tiene que ver con homologar la toma de muestras, la forma de hacer los análisis y unificar criterios».
La idea no es poner piedras ni intervenir en la comercialización. Es decir que los productores no estarán obligados a recurrir al laboratorio o a la Cámara, pero la existencia de un árbitro se constituye como una excelente alternativa en caso de que surjan diferencias de calidad en el cereal.
Además, Buján adelantó que el 25 de noviembre, en un acto que se llevará a cabo en Necochea, se firmará un acuerdo de colaboración con el Ministerio de Agroindustria. «El Ministerio va a colaborar y va a relevar la calidad del trigo. La idea de esto es tener un mapa de producción de calidad en origen, por lo menos de la provincia de Buenos Aires, y de ahí en más comenzar un trabajo un poco más fino. Esto le tiene que servir a la industria para que sepa la calidad de trigo que hay, le tiene que servir al productor para saber qué calidad de trigo cosechó y le va a servir a la exportación para saber de qué dispone para el mercado externo», concluyó.
Por último, Di Rosso subrayó que es necesario insertarse en las normativas y requerimientos de calidad exigidos a nivel mundial y destacó que este convenio permite empezar a brindar «certeza de lo que está saliendo de la producción. Para eso necesitamos homologación de procedimientos, auditoría de calidad, normativas del tipo de normas ISO. Esto suma respaldo y transparencia». (Fuente Actualidad)
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