ABSA: Veneno a cielo abierto
La situación se repite en distintos puntos de la ciudad, las quejas también.
No es una novedad el pésimo estado del sistema cloacal de General Villegas y lo precario del servicio que presta ABSA, el derrame de líquidos servidos son cada vez más frecuentes y recurrentes en algunos casos, tal el de la intersección de M. Irigoyen y Matheu. Allí, entre otras familias habita el matrimonio de Dora Camaño y Ramón Bustos, quienes en primera persona contaron la odisea de vivir y padecer esta realidad.
Cansados de la indiferencia y la falta de respuesta ante cada reclamo a ABSA, no saben que hacer. El verano con sus altas temperaturas lo complica todo; generalmente, al atardecer se produce el derrame en mayor cantidad, comentan y no disimulan la impotencia y la preocupación por el estado de salud de Dora que sufre de asma y otras afecciones.
Recuerdan con cierta tristeza las últimas Fiestas Navideñas y comentan que a la fuerza, debieron mudarse a otro lugar de la ciudad para festejar, el olor nauseabundo los hecho de la propiedad.
Otra escena que se repitió varias veces durante nuestra estadía en el lugar esta mañana fueron los perros tomando de allí ese agua, en muchos casos, son mascotas que comparten sus días con niños y adultos, que andan por la casa con el riesgo de que transmitan cualquier enfermedad.
El lugar es un gran charco de aguas servidas que cubre todo el ancho de la calle, su olor hace el aire irrespirable y brinda ante los ojos, un panorama inaceptable para los tiempos que corren.
Otro caso es el de la Calle Vuelta de Obligado donde se detectaron canales de desagües pluviales a simple vista contaminados con líquidos cloacales; el color se sus aguas, los restos de cuerpos extraños y el olor no exigen demasiado para saber de que se trata.
Al parecer los efluentes derivan directamente sin tratamiento alguno desde la planta de depuración que ABSA posee en las afueras de la ciudad, pasando a través de un canal al lado de uno de los sectores más densamente poblados y detrás del complejo deportivo del Centro Empleados de Comercio, hacia los mencionados canales.
La semana pasada un equipo encabezado por el arquitecto Juan Goedelmann, Director de Planeamiento de la Municipalidad tomo muestras para los análisis correspondientes y radicó la denuncia policial. Esta es la séptima que la municipalidad hace contra la empresa de aguas desde octubre de 2011 (aunque los reclamos datan de años atrás) y según informó el Director de Asuntos Legales, Dr. Martín Leiva, en esta oportunidad se realizará una presentación con todas las denuncias ante el Ente Regulador Organismo de Control del Agua de la provincia de Buenos Aires (OCABA).
. El 26 de octubre de 2011, el gobierno municipal denuncia presencia de gran cantidad de líquido nauseabundo en los desagües pluviales, hecho que se constata en el Parque Municipal. El ingreso no se produce por desborde, sino a raíz de la colocación, por parte de la empresa, de bombas extractoras de los registros, que vuelcan los deshechos cloacales a los desagües pluviales de calle Sarmiento.
. El 13 de junio de 2012, se denuncian desbordes de aguas cloacales de la planta depuradora que ingresan a la laguna del Parque Municipal, a través de cunetas cercanas y se presentan pruebas de fotos y resultados de análisis bacteriológicos.
. El 10 de agosto de 2012, se amplía denuncia por ingreso de residuos clocales a la laguna del Parque Municipal proveniente de una conexión deficiente o avería de los desagües cloacales.
. El 21 de septiembre de 2012 se reitera denuncia por constatación del ingreso de líquidos cloacales a los desagües pluviales sobre Mitre, del Parque Municipal. A pedido de la Fiscalía interviniente se presentaron ante la Comisaría local copias de análisis bacteriológicos y muestras fotográficas.
. El 25 de septiembre de 2012 se denunció la constatación que por la cámara de cloacas situada en la intersección de las calles Mitre y López Oleaga vertían líquidos cloacales que corrían por el cordón cuneta hacia la boca de tormenta.
. El 28 de noviembre de 2012 se denunció que en la cámara de cloacas situada en la intersección de las calles Isturiz y Estrada vertían líquidos cloacales que escurrían hasta la boca de tormenta situada a unos 120 metros; hasta la última detallada anteriormente.
Todo lo realizado y pretendido con y en contra de ABSA, no es suficiente, mucho más para aquellas personas que están padeciendo desde distintas épocas y lugares el deplorable estado de la red cloacal y su funcionamiento.
Alguna vez, circuló a modo de rumor, la posibilidad de la municipalización del servicio con la intención y expectativa de mejorarlo, pero no pasó, hasta ahora de eso. Desde la empresa reina un silencio sepulcral, se observa, a simple vista que los operarios, también vecinos, hacen lo que pueden, pero en realidad no pueden demasiado.
Las manifestaciones políticas de peso y los reclamos de los vecinos afectados caen en saco roto, esta triste realidad no es solo patrimonio del pueblo villeguense, basta con una recorrida por aquellas ciudades donde ABSA tiene presencia para saber que no somos la excepción.