Así nos envenenamos en General Villegas

Vista y olfato son testigos de la contaminación con que desde hace muchos años, muchísimos tratándose de algo que afecta la salubridad, a la que los vecinos de la ciudad cabecera están expuestos cada día.

Así, tal como muestran nuestras imágenes luce y «trabaja» una bomba que tira hacia el canal a cielo abierto que concluye en la laguna Laureles el desperdicio de miles de hogares provenientes de la planta purificadora (que no purifica), éste corre paralelo junto al camino que une la ruta 188 con el basurero y cementerio municipal.

El color y olor nauseabundo nos eximen de cualquier comentario, hoy especialmente.

Los últimos días han sido de anuncios e intenciones importantes por parte de ex funcionarios y funcionarios del Gobierno Municipal sobre el particular , pero no alcanza. Una vez más, lo importante no logra atender lo urgente.

Sabiendo que ésta y otras crónicas que fueron y seguramente serán, poco sensibilizaran a quienes corresponde; saque usted sus propias conclusiones (siempre teniendo en cuenta que este no es el único lugar donde el paisaje se altera de este modo).