Vecinos de barrio Trocha recuperaron un espacio baldío y lo convirtieron en «la placita»
Ayer viernes, decenas de niños del barrio disfrutaron de una jornada de juegos, jugo y golosinas en el espacio recuperado por un grupo de voluntarios que, tal ellos se describen, apuestan a mejorar el barrio con los mismos vecinos.
Todos viven cerca del espacio que ganaron. Donde había precarios galponcitos de chapa que no todos estaban habitados, ahora hay hamacas, donde había árboles y pastos altos, ahora hay una canchita de fútbol, así van construyendo el espacio verde que ocupará varios metros más, al que lo dotarán de mesas, árboles, canteros con flores y luces, entre otras cosas que aún faltan, más allá de las logradas, para que sea la placita del barrio.
Queremos contagiar a toda la gente, que vea todo lo que podemos lograr si nos lo proponemos y a su vez, le demostramos al Gobierno Municipal, todo lo que somos capaces de hacer; de ese modo podrán darnos el trabajo que le estamos pidiendo para nuestros jóvenes.
Esta es nuestra manera de decirles que queremos, podemos y estamos en condiciones de tener un empleo digno, se lo estamos mostrando con hechos, comentan Carolina Farías y Juan Manuel y Carlos Almeira, tres de las personas que dialogaron con Distrito Interior.
Son los mismos que desde hace un tiempo, junto a otros colaboradores, todos los días le sirven la leche de lunes a viernes desde las 17:00 horas, a unos 35 a 40 chicos en el merendero «Mi Pequeña Trochita», ubicado detrás del vivero municipal.
Por esta actividad reciben una ayuda de la Municipalidad que no siempre es suficiente, la mayoría de las veces salimos a comprarle a una vecina que tiene un pequeño almacén y es la que nos aguanta el fiado, aseguran.
Los juegos están construidos con material reciclado, las hamacas eran columnas de luz que estaban tiradas, las primeras mesas que se observan, son gomas viejas rellenas de cemento y así varios detalles que están a la vista.
A todos se los ve muy entusiasmados en el desafío emprendido que comprende varios proyectos más para el populoso sector de la ciudad y da la sensación que está muy lejos de ser pasajero lo que han emprendido, por el contrario, lo que surgió como una manera original de solicitar empleo, hoy es una forma de generar trabajo que la Gestión Campana deberá darle la oportunidad.
«De a poco el barrio está cambiando y en nosotros también», fue uno de los últimos comentarios por parte una de las jóvenes cuando nos retirábamos.