Una lección para toda la sociedad en defensa de su papá
Paula, la pequeña que aparece en la imagen es hija de la villeguense Ariadna Lamas, y Pablo Tomás, un banderolense radicado en nuestra ciudad desde hace años, quien sufriera un accidente mientras realizaba tareas en su campo de la vecina localidad, que lo dejó en sillas de ruedas.
Desde entonces, toda la familia adaptó su vida (en el más amplio sentido de la palabra) a esta realidad, incluyendo obviamente a Paula.
Los Tomas – Lamas, viven en la calle Pueyrredón, a pocos metros de la esquina con Rivadavia; allí se encuentran la terminal de ómnibus, la oficina de Anses y frente a ésta una concurrida heladería, entre otros, por lo que el flujo vehicular es permanente, tanto como las veces que deben soportar la más variada gama de rodados estacionados sobre la línea amarilla y el logo que indica que allí hay una persona con dificultades motrices a la que le usurpan ese espacio; su (necesario) espacio.
Motivada por lo que ello produce, la niña llevó adelante esta cruzada que, aunque no hayamos estacionado nunca en el lugar, nos pone un «poquito» colorados.
A las imágenes que aquí reproducimos y el texto que las acompaña, su mamá las publicó en su cuenta Facebook, generando, como era de esperar, la inmediata reacción de la comunidad virtual.
«Con el cordón pintado de amarillo y el logo de la silla de ruedas, no alcanza para que algunas personas se den cuenta que el lugar lo usa una persona discapacitada. Entonces Pauli con sus cortos 9 años y cansada de pedir por favor a los señores conductores que retiren sus vehículo. Colgó su propio cartel.»
Usted sacará sus propias conclusiones.