Opinión: La frustración de Lucas
“Frustración”. Esa es la mejor definición sobre lo que ocurrió la noche del sábado 3 de octubre en el Stub Hub de esta ciudad. Y esta definición la expresó con propia voz el mismo Lucas Matthysse, no solo por el resultado de su pelea ante el ucraniano Viktor Postol, que lo noqueó efectivamente en el décimo capítulo para quedarse con el título súper ligero CMB, sino por lo que sintió durante el desarrollo del match.
Ni Matthysse ni el equipo que se bancó una larga concentración y un entrenamiento riguroso y profesional, le encuentran una razón a lo sucedido, aunque lo primero que se viene a la cabeza es una cuestión mental que creemos que el propio Lucas tiene que analizar. Nadie más.
«No me salió nada esta noche. Podría haberme levantado, pero preferí cuidar el ojo. No veo bien», se lamentó el chubutense tras la pelea.
“Hubo estrategia pero yo no podía ejecutarla cuando estaba en combate. Me bloquee”, agregó para afirmar que aún no sabe que será sobre su futuro, lo cual decidirá luego de tomarse un descanso y pensarlo con su familia.
Los acertijos que quedaron con el desempeño de Lucas en la pelea se incrementaron con las contradicciones en las declaraciones, cuando por un lado dijo que aún debe meditar sobre su continuidad y por el otro, tras habérsele preguntado si habrá “más Matthysse”, respondió: “si, seguro”, aunque en un tono casi inaudible.
La derecha de Postol que terminó la pelea, según Lucas dio de lleno en su ojo izquierdo (que ya estaba magullado por un cabezazo del ucraniano en el sexto) tras lo que –siempre en el concepto del trelewense- le hizo temer por su visión y prefirió quedarse en la lona.
“Estaba consciente. Pero se me nubló totalmente la visión y tuve miedo de un desprendimiento de retina o algo más serio. Por eso preferí quedarme en el piso y seguir teniendo los dos ojos”, señaló con una risa nerviosa.
Más allá de la cuestión del ojo y volviendo al tema de la frustración, es ese sentimiento el que se apoderó de “La Máquina” al verse enredado en todo momento por el incómodo estilo del europeo, de clinches, toqueteo y piernas aunque, hasta el séptimo asalto y según se veía también en las tarjetas de los jueces, estaba dominando.
El momento cúlmine de Lucas ocurrió en el sexto round, cuando conectó muchos golpes que conmovieron a Postol que, confundido, puso la cabeza antirreglamentariamente mareando al argentino, que se dio vuelta muy molesto. Esa fue la bisagra del combate ya que a partir de allí casi todo fue del invicto, que remató su faena a los 2:58 del décimo.
Las tarjetas de los jueces hasta el momento eran las siguientes: 86-85 para Matthysse y las otras dos con el mismo tanteador pero para Postol.
No es momento de análisis. La frustración está aún muy caliente al momento de escribirse estas líneas. Lo que venga dependerá pura y exclusivamente de Lucas Matthysse. Y es menester respetar lo que decida.
Por Marcelo Gonzales
CREO QUE EL JUEZ LE PERMITIO MUCHO AL UCRANIANO AGARRAR EN FORMA INCORRECTA Y NO VIO EL CABEZAZO , EL JUEZ MUCHO AMAGUE PERO DESCONTO NIN GUN PUNTO COMO PARAR UN POCO LOS AGARRES
Parece olmedo.. puro blabla..