Los niños que reciben antibióticos en forma inapropiada tienen el doble de riesgo de desarrollar artritis juvenil
En un estudio científico publicado recientemente en la revista Pediátricas se refleja que la exposición, por ingesta inapropiada, a los antibióticos puede aumentar el riesgo de artritis juvenil.
Escribe Dr. Juan José Prieto, Farmacéutico Nacional (Mat. 13826)
En varias ocasiones he subrayado que en una política farmacéutica pensada en el bienestar del colectivo (comunidad y sistema sanitario), y en detrimento de ciertos sectores empresariales que ven en el medicamento la oportunidad de hacer “grandes” negocios, lo primero a considerar es que el ser humano no debería elegir consumir un medicamento, sino que su consumo es por una necesidad manifiesta, y que está contemplada como un derecho básico, constitucional, a la salud y con la cual no se debe intentar lograr ganancias extraordinarias. Sin embargo en Argentina, y en contraposición a esta saludable postura, existen algunos sectores empresariales (Farmacity, Carrefour, algunas Obras Sociales, entre otros) que, avalados por algunos políticos, han pretendido y pretenden desvirtuar el servicio profesional que brinda la Farmacia comunitaria, intentando imponer un modelo de Farmacia Shopping; es decir, se intenta reemplazar al profesional por una góndola, puntualizando en estrategias de marketing y publicidad para lograr aumentar sus ventas por impulso.
Es más que evidente que el objetivo central es promover la venta compulsiva sin ninguna regulación que se interponga, con el único fin de lograr ganancias excepcionales en base a una necesidad social; en este esquema la farmacia profesional pasa a ser un obstáculo. Estas empresas comerciales muestran o venden una idea de algo nuevo, evolucionado y sofisticado; es decir, se sustentan en una postura superficial en donde la salud de los pacientes/consumidores y del Sistema Sanitario pasa a un segundo plano. En contraste, el farmacéutico, legal y éticamente, no tiene permitido promover la venta de medicamentos, debe expenderlos solo en caso de una necesidad del paciente; en cambio un comerciante si puede promover la comercialización de golosinas, carteras, zapatos, ropa, etcétera, persiguiendo objetivos de ventas masivas, aplicando estrategias de marketing y publicidad para lograr la compra por impulso.
Ahora imaginemos, ¿qué sucedería, en este contexto, si permitiésemos que individuos malintencionados y sin conocimientos manejen los medicamentos? En mi opinión, puntualizo que el libre albedrío, en cualquier arista de la vida, es sumamente peligroso. Para graficar esta foto me remitiré a un estudio científico publicado recientemente en la revista Pediatrics en donde se refleja que la exposición, por ingesta inapropiada, a los antibióticos puede aumentar el riesgo de artritis juvenil. En el estudio, los investigadores encontraron que los niños que recibieron antibióticos tenían el doble de riesgo de desarrollar artritis juvenil en comparación con aquellos que no la tomaron. Además, el mismo se incrementó a medida que la dosis era mayor, y aumentó un año después de haberlos consumido. La investigación comenzó en 2014 a partir de estudios previos que mostraban que los antibióticos podrían predisponer a los niños a desarrollar otras enfermedades crónicas, como la enfermedad inflamatoria intestinal.
Utilizando una base de datos con información de más de 11 millones de personas en el Reino Unido, los investigadores compararon a los niños con artritis juvenil recién diagnosticados con los sujetos control por edad y sexo. Sobre aproximadamente 450.000 niños estudiados, 152 fueron diagnosticados con artritis juvenil. Luego de un análisis más exhaustivo, se determinó que los niños que recibieron antibióticos tenían un mayor riesgo de desarrollar artritis juvenil. Además, se encontró que la utilización de antibióticos para tratar infecciones del tracto respiratorio superior está asociada con un riesgo mayor de producir esta patología. En tanto, los investigadores comprobaron que los medicamentos antivirales y antifúngicos no estaban asociados a la artritis juvenil. Los expertos consideran que este estudio proporciona información importante para la prevención de la enfermedad, pero indicaron que se necesitan más estudios para confirmar los hallazgos. Para más información sugiero consultar el link de la revista Pediatrics.
En este punto vuelvo a ser reiterativo, pero es necesario enmarcar que en una política farmacéutica en beneficio del consumidor/paciente y del sistema sanitario lo primero es considerar o evaluar la real necesidad humana y luego aplicar un servicio profesional acorde. Cuando hablo de servicio hago referencia a las acciones de estar a disposición del otro aplicando la experiencia y el conocimiento en favor de ese usuario, situaciones que no se darán en aquellos lugares fuera de este centro efector de salud, como lo es la farmacia comunitaria. Para finalizar y a modo de conclusión tengamos presente que para lograr beneficios colectivos es esencial que quienes nos gobiernan se involucren, siendo más firmes y estableciendo pautas claras que hagan una diferencia saludable entre quienes padecen una necesidad y aquellos que solo quieren obtener una renta extraordinaria a partir de la misma. (Bibliografía revista Pediatrics del 20 de Julio de 2015)
Linda nota la del farmacéutico
No solamente trae consecuencias en niños, sino que la automedicación es un potencial riesgo de sufrir algún tipo de efectos adversos o algun otro tipo de efecto indeseable!