De San Carlos Sud (Sta. Fé) a Usuhaia en un tractor Pampa
Los entusiastas son Franco Gill, de 42 años y Leonardo Braen, de 31. El primero es encargado de personal en su comuna y el segundo productor de yerba mate en Misiones, pero ambos viven en la localidad santafecina que fue punto de partida el pasado viernes.
Ayer hicieron noche en General Villegas y con las primeras luces del día partieron esta mañana para recorrer los aproximadamente 200 kilómetros que realizan diariamente, viajando a una velocidad de 22 kilómetros por hora.
El tractor con el que realizan esta travesía de unos 4000 kilómetros que serán recorridos en dos etapas, ya que piensan llegar hasta El Bolsón, dejar allí el rodado y regresar para cumplir con sus obligaciones laborales y familiares a San Carlos el 5 de Diciembre próximo y luego retomar para completar la aventura, es un Pampa (*), el primero de producción nacional, que en este caso les donó Marcelo Boretto, un amigo que lo entregó desinteresadamente; a partir de allí lo adaptaron para el viaje, entre otras cosas, le cambiaron las gomas, colocaron una cabina, un asiento para dos y sumaron un carro en el que llevan las provisiones y elementos de acampe.
Consultados por Distrito Interior, dijeron que no hay objetivo alguno en este desafío; el viaje surgió casi por casualidad y a partir de allí comenzamos a trabajar en el tractor durante 20 días. Con el apoyo de la familia y unos amigos que hicieron el aporte para combustible y otras cosas, sacamos el permiso de Vialidad para circular y acá estamos, disfrutando de lo que nos pasa y sorprendidos por la repercusión que la travesía está teniendo a medida que pasan los días.
Para seguir el viaje se puede ingresar en la cuenta Facebook Pampa argentino.
Datos del tractor Pampa
Sobre el tractor Pampa se cuenta que unos de los puntos que ofició como disparador de la creación del primer tractor nacional, fue un discurso del Presidente Juan D. Perón por 1950 en la ciudad de Esperanza, Santa Fé, colonia agrícola muy importante. Zona de piemonteses. Allí decidió encarar un enorme desafío, la fabricación de un tractor nacional. Para eso se contactó con ingenieros argentinos e hizo pulir la idea. Necesitaba un producto totalmente nacional que frenara la importación desde Estados Unidos de otras marcas. Algunos medios de comunicación afirmaban que para poder entrar dentro del cupo de los adquirentes de algún tractor importado, era preciso estar afiliado al partido gobernante.
El General Perón se había comprometido a que en tres (3) meses “la máquina nacional estaría pisando la pampa gringa”
No tenían una idea más o menos determinada sobre cómo sería el tractor. Varios bosquejos daban vuelta de oficina a oficina. La orden de Perón fue clara: “a esto lo tienen que decidir los chacareros porque ellos conocen de tractores, son quienes los ‘montan´ “. Y se comenzó a formalizar una encuesta, recorriendo la ruta 9 desde Buenos Aires hasta Córdoba. Ingresaban a cada campo. La pregunta era simple: “¿Cuál era el mejor tractor y más sencillo de hacerlo funcionar?”El más votado fue el Lanz Bulldog, de origen Alemán, ensamblado en Mannheim; claro que los italianos y polacos también lo habían copiado. En éste último país con el nombre de Ursus.
En Villa María, Córdoba, Argentina, la agencia de Lanz la tenía Guino & Botta. Una máquina de un solo cilindro que trabajaba por autoencendido y que solo requería un calentamiento previo a la puesta en marcha, para lo que se utilizaba una lámpara a bomba alimentada con kerosén, eliminándose así todo componente eléctrico. Como el combustible Diesel-oíl entonces escaseaba, este tractor también ofrecía la ventaja de aceptar una mezcla preparada con kerosene y aceite usado, y hasta aceite o grasa animal. Se lo usaba también para mover las trilladoras.
La encuesta llevó dos meses. El gobierno adquiere en Uruguay dos Lanz. A uno lo desarmaron íntegramente. Cada una de las piezas fue debidamente acomodada en un enorme galpón del I.A.M.E (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado) en la ciudad de Córdoba.
Se convocó a todas las industrias mediterráneas y de otras provincias con experiencias en la fabricación de piezas ofreciéndoles trabajo. Aquellos con capacidad humana y sin recursos económicos fueron provistos de créditos y herramientas. Claro la preocupación en el Gobierno era que se cumplían los tres meses. No podía perder su prestigio.
Frente a eso, buscaron una salida. Al segundo Lanz se le cambió el frente, y en lugar del logo original se le instaló otra que decía “PAMPA- IAME- Industria Argentina». La insignia estaba representada por un engranaje atravesado por dos alas. Rápidamente lo pintaron, cambiando el azul por un anaranjado. Es así que el 17 de octubre de 1952 se puso en marcha el primer Pampa. Fue cargado en el tren desde Córdoba y se lo instaló frente al Obelisco donde lo dejaron varios días en marcha. Su pistoneo se escuchaba a varias cuadras. Miles de personas se llegaban ávidas por conocerlo.
Se asombraban, aunque desconocían los verdaderos pormenores de su fabricación. Ya para el 31 de diciembre se construyeron 15 unidades, y se los envió a diferentes provincias para demostrar sus cualidades. Se hacían exhibiciones tirando un arado de cuatro rejas. Algo que sonaba a mágico para entonces
La planta industrial quedó enclavada en la localidad de Estación Ferreyra, a la entrada de Córdoba. Siendo el 28 de junio de 1954 la primera entrega de tractores para su comercialización. Doce unidades.
En 1955, luego del golpe militar se cambia el nombre de IAME por DINFIA (Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas). La cantidad de tractores Pampa fabricados desde 1952 hasta 1963 es de 3.760 unidades, que se vendieron a un precio inicial de $ 85.000 llegando luego a los $ 326.000; inflación mediante. Un valor mucho menor que cualquiera de los que seguían arribando desde el exterior, máxime, después del ´55. (Fuente Argentina es folklore)
FELICITACIONES Y ADELANTE, LA MEJOR DE LA SUERTE.