La emoción de «Cali», el bombero jubilado que fue determinante para mantener con vida al adolescente accidentado en General Villegas (VIDEO)

Carlos Pascual se resiste a las cámaras, más aún en un contexto como el que está viviendo por estas horas luego que con una actitud que le es propia; la de dar todo por el prójimo, permitió que la suerte del adolescente de 16 años que sufrió junto a un amigo un grave accidente en moto, cambiara para siempre. Pero a pesar de ello, accedió a una charla con Distrito Interior en la que se refirió a lo vivido en los primeros minutos del sábado en el acceso Centenario.
Pascual se encontraba en el casamiento de la hija de su pareja cuando le avisaron que una moto con dos ocupantes había impactado contra el guardarrail en la curva, ubicada a metros de donde él se encontraba.
Sin dudarlo acudió al lugar encontrándose con una escena tan grave como inesperada, uno de los dos adolescentes, había sufrido la amputación traumática de uno de sus brazos.
Sin dudarlo, primero intentó contenerlo, y sin perder la calma, se sacó la camisa, y contuvo la herida a la que le hizo un torniquete para que la sangre que perdiera fuera la menor cantidad posible; al mismo tiempo, indicó traer una conservadora con hielo para mantener refrigerada la extremidad.
Esto que parece extraído del relato de un libro ocurrió en cuestión de minutos.
Finalmente llegó la ambulancia con el grupo de profesionales y trasladó al joven, pero «Cali» no lo abandonó, por el contrario, el vínculo que acababan de forjar era tan fuerte y fundamental que lo acompañó hasta el hospital, y una vez allí, accedió hasta las primeras curaciones.
El menor hoy se está recuperando, aunque le resta atravesar al menos las próximas 24 horas de estabilidad, para que luego vengan nuevos lugares, profesionales e intervenciones dadas las lesiones, pero lo más importante, en lo que Carlos Pascual fue fundamental, está garantizada: su vida.
En la entrevista con Distrito Interior, este bombero voluntario jubilado, al que le corre solidaridad y entrega por las venas, ejerció en el cuartel hasta el 2018 fecha en que se retiró con el grado de Sub Oficial Principal, relató lo ocurrido, se emocionó y remarcó en todo momento que si ben es gratificante que le agradezcan por lo hecho, no resulta necesario ya que es algo de lo que no dudaría en repetir si la vida lo volviera a poner ante una situación en la que por suerte o por desgracia fue protagonista.
Este sábado visitó al paciente en la sala del hospital por pedido de la familia de éste, al mismo tiempo, a medida que se fue sabiendo de su papel desempeñado no han parado de llegarle mensajes y saludos, lo que lo tiene en un estado de emoción permanente; de hecho durante el encuentro con nuestro medio, en más de una oportunidad se quebró ante la mirada atenta de Débora, su esposa y Paloma, la hija de ambos, y luz de sus ojos, que comparten este momento tan movilizante, aunque sin la sorpresa que significa para la mayoría, porque saben de su entrega.
Cualquier muestra de reconocimiento y agradecimiento a este bombero (que siempre lo será porque asegura que lo acompañará hasta el último día en este plano) resultará poco ante tamaña acción, la que, como otras cosas que ocurren con personas «comunes» como él, son la materialización de la esperanza que nada está perdido.
A veces hay un por qué, aunque lo que ocurra sea de extrema gravedad.