Más opiniones en el conflicto General Villegas – Florentino Ameghino por el agua
La siguiente nota, según nos cuenta su autor, fue publicada días atrás en el semanario de la ciudad de Ameghino, en el que se advierte el tema que genera la discusión.
El desagüe al revés (por Mario Madrid)
La construcción de la ruta que une Ameghino con Blaquier elevó, sin dudas, la calidad de vida de esta localidad tan postergada y ávida de contar con una vía de comunicación con la ciudad cabecera. El diseño y realización de la cinta de asfalto es magnífica, con detalles de calidad en el tránsito vial como los guardarails, banquinas amplias, alcantarillas de cemento en cada entrada, la demarcación, señalización y, en general, acciones que elevan la seguridad y le otorgan un nivel poco usual en este tipo de carreteras que no son centrales. Pero tiene un defecto en el diseño. Grave aunque solucionable. Un verdadero desliz de quienes proyectaron la obra. Un error que puede percibir quienes transitamos habitualmente por ella y ya lo hemos señalado en alguna carta publicada un tiempo atrás.
Para decirlo con claridad y que se entienda bien. El desagüe de los excesos hídricos que llegan desde las localidades de Santa Eleodora, al costado de las vías del ferrocarril y desde la localidad de Villa Saboya, que sabemos sobradamente apuntan hacia la localidad de Blaquier, encuentran un “anillo” de más de un metro de altura que cerca acertadamente a todo el pueblo evitando cualquier ingreso de agua a la planta urbana. Ahora bien, el agua avanza inexorablemente como sucedió en el ciclo estival 2009-2010, rodea la planta urbana por fuera del anillo protector y tiene que salir, para eso está, por el canal madre de la Cañada de las Horquetas que cruza por debajo de la nueva ruta a la altura del puente grande, conocido con el nombre de “El Potrillo”, con descarga de agua construidas con cemento y buenos “tapones” para que no rebalse el curso de la mencionada cañada y retorne al desagüe, una obra bien prolija, que recibe descarga por los cuatro laterales de la cinta asfáltica. El problema, llamase error involuntario, es que el canal que sale de Blaquier, con mucha agua que viene como dije de los bajos de Santa Eleodora y Saboya, fue construido en la margen equivocada. A la derecha de la ruta en el sentido Ameghino-Blaquier, cuando el exceso de agua de los campos bajos llega por la mano contraria, luego de rodear el anillo protector, pasar frente al basurero municipal de Blaquier y traspasar una puerta de contención que se colocó antes de llegar a la ruta. La lógica, que comprende incluso una mente infantil, es que ese desagüe tan valioso está al revés, del otro lado de la ruta.
Necesitamos prontamente una obra vial, que puede perfectamente realizarse con maquinaria municipal, mano de obra local y planificación “fatto in casa” que es nivelar -con un nuevo y prolijo zanjón- la banquina baja de la mano izquierda en el sentido Ameghino-Blaquier que tiene irregularidades de nivel, en tramos se sacó tierra que acumula agua, en otros de respetó la altura, en otras sectores ni una cosa ni la otra. Es decir que el agua que llega a Blaquier por los bajos mencionados, se encauza por fuera del anillo pero luego tiene que cruzar la ruta, con el atascamiento que eso implica, cuando en realidad tiene que salir por un desagüe antes de cruzar la ruta. En cambio enfrente, el otro zanjón que está en uso, debe recibir los excesos de agua que llegan por el paso a nivel de la salida para Pichincha, que a partir de ahí y por el frente de la localidad se construyó una obra impresionante, imposible de creer: un canal de cemento que pasa por la costa este de la localidad, frente a la cancha del Club Deportivo y llega al desagüe que enfila hacia la Cañada de las Horquetas. Ese canal de cemento está con poco nivel de agua, o sea desaprovechado. Mientras tanto el camino a la fábrica de lácteos de la cooperativa y el acceso al cementerio se desbordan por el exceso de agua que, desde el paso a nivel que enfila a Pichincha, debería retomar por el canal de cemento y no lo hace con ese rumbo y se desvía, innecesariamente, por dicho camino del cementerio. Esto es, hablando claro, los desagües están exactamente al revés. La consecuencia es temible: campos repletos de agua, inundación e incertidumbre a la orilla de los caminos que conducen a Santa Eleodora y Villa Saboya, desazón en los pequeños productores, tragos amargos para los frentistas, y lo más grave: la caza de brujas, que fulano saca el agua y hace canales, que la culpa la tiene mi vecino, o el otro de más allá, el municipio de Villegas no hace nada, la gente de Ameghino menos, y así pasamos la pelota de mano en mano.
Sin embargo, con sentido común por parte de las autoridades públicas, algo de presupuesto y mucha buena voluntad, la solución es posible. Los interesados en el tema y la comunidad del área rural y urbana, podemos sumar voluntades para lograr un beneficio que podemos compartir. Evitemos simplemente la indiferencia y pensar que quién sugiere estas acciones tiene solamente intereses particulares, que obviamente existen, pero también ahora y siempre debemos avanzar a paso firme pensando en el bien común y, como se dice en estos casos, poner los caballos frente al carro.
Mario Gabriel Madrid (Ameghino)
DNI 12474612