Pasó la primera noche del Carnaval de General Villegas, quedaron buenos comentarios para todos
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Do Bahía, Suena Mi Ritmo, Guazú Kera, Fuego Cruzado, Los Chupa Chichis, Candabaré, Los Poco Pique, Pojaí, la comparsa Macumba, de Santa Fé, Circus Macumba y máscaras realizadas en Lincoln, que le aportaron el sello del carnaval artesanal; fueron los grandes animadores de la primera de las tres noches programadas para la edición 20255 del Carnaval de la ciudad cabecera que el pasado sábado tuvo su debut.
A la más popular de las fiestas, organizada por la Municipalidad, a través de Cultura, con el acompañamiento del resto de las áreas requeridas, la gente respondió de manera masiva. Es que, a la expectativa que se había generado la propuesta para este año que pretende recuperar la mística del añorado corso, se le debe agregar el indiscutible gusto que tiene la comunidad por el carnaval.
Desde temprano el público formó fila para ingresar procurando el mejor lugar alrededor de la Plaza Principal y tener así una buena óptica para apreciar lo que cada uno de los participantes en el circuito tuvo para ofrecer; de más está decir que todos estuvieron a la altura de las circunstancias y eso les fue reconocido con los plausos.
El recorrido tuvo una amplia oferta para la concurrencia, sobre calle San Martín estuvieron los artesanos y emprendedores, seis cantinas de las instituciones intermedias (que irán rotando sus lugares en las noches restantes), ubicadas estratégicamente.
Hubo dos puestos de salud que estuvieron ubicados en Pringles y Moreno, y San Martín y Rivadavia.
Junto al palco, instalado en su lugar tradicional, sobre la calle Pringles, frente al Palacio Municipal, se dispusieron sillas que estuvieron destinadas a personas con motricidad reducida, principalmente, y también a jubilados.
Entre lo tradicional, no faltó «La lata al latero», el creativo método para juntar los tarros vacíos de espuma, vendidos en este caso por la Agrupación Cacique Pincén, por los que a cada niño que depositaba uno se le entregaba un número para el sorteo de dos mochilas con útiles escolares; los ganadores fueron Isaías Faundes y Milo Becerra.
Es importante remarcar que con las entradas abonadas, también se programaron sorteos de dinero en efectivo. El primero $ 150.000, el segundo, $ 100.000 y el tercero $ 50.000.
Dado que no todas las cajas fueron entregadas al mismo tiempo, y para que todos tuvieran las mismas posibilidades, los sorteos se realizarán en la semana, en vivo, a través de las redes del municipio, y los ganadores serán informados por los medios de comunicación.
Otro detalle es el concurso de vidrieras para el cual se postergó hasta el jueves el cierre de la inscripción, para que los comercios que aún no lo hicieron y tomaron la iniciativa recientemente lleguen con el tiempo. Se seleccionarán las tres mejores vidrieras y los ganadores recibirán $ 150.000 por cada una.
El Carnaval de General Villegas aprobó la primera noche, aunque quedan con cosas por mejorar o corregir, pero con las expectativas alcanzadas, y superadas en algunos casos, permitiendo que los protagonistas, entre los que se encuentran los futuros Reina y Rey, el Espíritu del Carnaval, entre otras figuras que serán elegidas, pudieran centrarse en crear los ritmos, diseñar sus trajes y no estar pendientes de trabajar en la organización de lo que tanto los apasiona. Así, con el primer paso dado, puede la ciudad encaminarse hacia el Carnaval que todos desean, sueñan y añoran; de ahora en más queda cuidarlo, acompañarlo y sobre todo disfrutarlo sabiendo que esta es la fiesta de todos, la más esperada cada año.
Una noche de carnaval esplendida, es siempre maravilloso como las batucadas, comparsas y distintas agrupaciones muestran este amor, sus colores, su esfuerzo y esta devoción por una de las fiestas más populares y más esperadas de nuestro pueblo. Pero debo decir, que esa alegria se empaña al momento del ingreso de los Chupa Chi Chis, estos enmascarados, borrachos y violentos generan incomodidad, miedo ante el devenir de sus vestimentas desagradables y sus manifestaciones rancias, de otra epoca y que atrasan muchisimo. Tanta violencia ví en los treinta metros de visiblidad, por mi posicíon, que sentí la necesidad de retirarme. Esta gente que abusando del anonimato que les brindaba la mascara de trapo, obligaban a la gente a celebrar de sus atroz festejo. La crueldad y humillación con la que exponian a los niños, adolescentes y mayores daba pena. Esto no deberia seguir sucediendo, el carnaval es un festejo para todos, no para unos pocos inadaptados.