Pehuajó: un productor sembró acelga para recuperar el suelo salino, no solo lo logró sino que descubrió que es alimento para sus vacas
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Sin levantar la perdiz y contra todo pronóstico, el contratista y productor Cristian Cervini logró algo impensado para muchos, en un pequeño campo que mantiene a las afueras de Pehuajó, comienza relatando el informe de Bichos de Campo.
De características salinas, con poca altura y bajo un régimen de lluvias por demás escaso, aquella tierra vio brotar un cultivo que comúnmente no se asociado a la producción de forraje para ganadería. Se trató de una variedad particular de acelga, la Bressane, que llegó a sus manos gracias a la técnica en administración agropecuaria, Jorgelina Recarte.
“Trabajo como pulverizador y logré comprarme una pequeña quinta con parte salitrosa en la zona de Chiclana, al oeste de Buenos Aires. Uno tiene que encontrarle la vuelta y ver cómo sacarle todo el jugo que puede. Estuve mirando distintas cosas y vi que esta opción era buena para este campo. Le compré semillas a Jorgelina y ella le fue haciendo todo un seguimiento”, contó.
Con el apoyo técnico adicional del agrónomo Juan Cruz Martínez, especializado en recuperación de campos salinos, Recarte comenzó a armar una bitácora en la que detalló todo el desarrollo de este involuntario experimento, que comenzó a mediados de mayo de 2024.
“Ella me sugirió hacer siembra directa y yo le dije que de probar una parte con ese manejo y otra con el convencional, porque para mí el salitre se pone duro y se asienta, dificultando hacer directa. Así que probamos ambos manejos, con disqueo muy liviano por arriba para que quede rústico”, señaló el productor, que en la diaria se desempeña como pulverizador.
Las pruebas se realizaron sobre 9 hectáreas totales, 5 de las cuales se destinaron a siembra directa y 4 a un manejo convencional. Al comienzo no se aplicó ningún fertilizante.
“Fue impresionante ver como en la parte convencional la acelga se desarrolló más rápido y logró dar plantas más grandes. En cambio, en donde hicimos directa quedó más chica, como si le costara más a la raíz”, señaló Cervini.
Un dato a resaltar es que el cultivo apenas recibió 6 milímetros de lluvia durante su primer mes de crecimiento, a los que se sumaron otros cinco en las semanas siguientes. A finales de septiembre, el productor logró colocar 20 animales en un lote de 3 hectáreas.
“Puse animales solo en una parte, ya que dejé seis hectáreas para hacer cobertura y semillar. Necesitaba cubrir lo más rápido posible, y fue impresionante la cantidad de semillas que cayeron al piso y que de apoco van naciendo solas. Con un pequeño disco, un rolo picador o un rolo triturador, eso ya se resiembra”, indicó Cervini.
El pequeño experimento, que implicó una inversión inicial del productor en el comienzo, resultó a fin de cuentas para él una interesante alternativa de ahorro.
“Ya este año lo voy a notar porque se empezó a resembrar sola. Este año no voy a necesitar comprar semillas. Hice la inversión en el comienzo, pero ahora solamente tengo que agregarle algún fertilizante. En ese mismo lote había agropiro, lotus, ahora acelga. Es un menjunje bárbaro”, afirmó.
A continuación, sostuvo: “Esto es una novedad y en la zona se empiezan a ver nuevas experiencias. La acelga se puede hacer para comer y si no se puede deshidratar y mandar a molinos para darle sabor a otras cosas como fideos”, concluyó la publicación de Bichos de Campo.