Un año del crimen de Patricio Pacheco, el caso que cambió para siempre a la sociedad de General Pinto
En las primeras horas de la mañana del sábado 8 de julio de 2023 en la Plaza Principal, sobre la calle General Villegas, Patricio Pacheco (22) era apuñalado por Leonel Andrés Sancho (21), alias Lecherita. Apenas unas horas más tarde se confirmaba su deceso.
A partir de ese momento, la conmoción fue absoluta y ya nada volvería a ser lo mismo.
De manera espontánea comenzó en la sociedad una efervescencia que con el correr de las horas se transformó en la manifestación más grande que la ciudad cabecera ha experimentado desde su nacimiento o al menos que alguien recuerde,
El atacante, un joven que desde niño venía dando señales de su comportamiento y últimamente se había vuelto incontrolable, estaba detrás de las rejas y el caso, aparentemente resuelto, pero no fue suficiente para una comunidad que advertía desde hacía tiempo las consecuencias; era la crónica de una muerte anunciada que finalmente sucedió.
Hacer referencia a los pormenores del caso sería redundar. Por el hecho se encuentra detenido Sancho, acusado de ser el autor material, también lo estuvo en un correccional, un menor de 15 años que fue quien facilitó el arma homicida, y un amigo del detenido, quien en un principio había sido indicado como su posible cómplice, pero luego la justicia lo desestimó. Este último detalle principalmente, es el lleva, encabezado por su mamá María Elena Silva y su Papá Javier pacheco, a encabezar el pedido de justicia por la muerte de su hijo. Todavía no están todos los responsables detenidos, aseguran, dando por entendido que sólo no hubiese asesinado a Patricio.
Desde entonces el 8 de cada mes, María Elena acompañada por un grupo de personas, no siempre en cantidad considerable, enciende velas frente al lugar donde ocurrió la tragedia que arrastra su familia. De manera pacífica y casi siempre en silencio lo recuerda e insiste con el pedido de justicia.
El nombre de Patricio simboliza la rebelión de un pueblo que dijo basta en varios sentidos.
La calma que distinguió desde siempre a General Pinto se vio totalmente alterada ese 8 de julio de 2023. Lo que comenzó con una convocatoria espontánea en la Plaza Principal, se convirtió en una marcha que derivó en el ataque e incendio a la casa que ocupaba el asesino y luego lo propio en la comisaría y la Municipalidad.
La gente, más que nadie, había visto venir lo que ocurrió.
La muerte de Patricio Pacheco provocó el descabezamiento de la cúpula policial local, que incluyó al Secretario de Seguridad municipal y un fuerte replanteo de la clase política local, particularmente al Gobierno de turno, que se encontró con el hecho a pocos días de una elección en la que los vecinos tendrían otra oportunidad, la más legítima legalmente, para manifestar su descontento. Pese a ello el oficialismo ganó las elecciones generales pero para ellos tampoco nada volvió a ser igual.
A la superficie y de manera descarnada aparecieron las miserias que la política (ya no) esconde, la oposición que se vio o creyó verse fortalecida no perdió la oportunidad para operar, pero era tal la indignación, genuina por cierto, que no hubo lugar para especulaciones a un lado y al otro. La gente hizo la suya.
No faltaron quienes creyeron que lo ocurrido les valdría para ganar la elección que aún no había llegado. Miserables.
El Gobierno local quedó en manos del intendente Zavatarelli que renovó por cuatro años más, con un costo altísimo, incluso reconocido por él mismo, en lo personal.
«La gente nos dió un golpe fuerte, nos hizo abrir los ojos, ser mejores», expresaron, palabras más, palabras menos, tanto el intendente como el actual diputado Guerrera, ex intendente, que en su momento asumió la conducción de la campaña.
Históricamente General Pinto tiene una fuerte conformación de trabajadores estatales, muchos de los cuales son municipales, ello quizá sea una de las explicaciones por qué lo comunal es tan trascendente a diferencia de lo que ocurre en otros distritos, de allí que el caso Patricio Pacheco fue tan influyente en el destino de la sociedad que dejó un mensaje claro: el pueblo es el soberano.
¿La muerte de Patricio nos hizo mejores?, tal vez, de lo que no hay dudas, que desde entonces somos diferentes.