Emotiva carta de los papás de Lepo Gutierrez en los 90 años de Eclipse

Alicia Rivera y Mario Gutierrez, los papas del entonces adolescente de 17 años que un 27 de julio de 1996 fue asesinado cobardemente, echando por tierra todos sus sueños y proyectos, entre los que estaba seguramente, el de seguir disfrutando del fútbol en el club de sus amores, Eclipse, enviaron a las autoridades una nota redactada desde el sentimiento, a partir de las vivencias de su hijo portando los colores de la institución, como una manera de estar presente en tan importante acontecimiento.

Distrito Interior accedió a ese escrito, el que es acompañado por dos imágenes que muestran a Lepo de niño, siendo todo un jugador de «La Maquinita»:

 

Al Sr. Presidente del club Ecipse Don Angel Fenocchio y Miembros de la Comisión Directiva y Colaboradores.

                                 Nos dirigimos a ustedes para compartir de este modo el inmenso orgullo por estos primeros 90 años de vida institucional celebrados con la mirada puesta en el centésimo cumpleaños.

                                 Quisiéramos estar allí y alzar con toda la familia de Eclipse las copas de un brindis lleno de alegría, expectativas y proyectos.

                                  Pero no podemos; nos falta nuestro ángel. Un grande de la vida, a pesar de su corto paso por ella, que hoy hubiera disfrutado como nadie la gran fiesta de su amado Eclipse. Que se hubiera abrazado con los compañeros de la clase 77 y de las otras clases con los que compartió el fútbol (su pasión), recordando triunfos, campeonatos, goles, abrazos y festejos.

                                   Seguramente ustedes recordarán esta noche al tricampeón que fue «La maquinita», en cuyo último año su papá Mario (Macuco) Gutierrez daba sus primeros pasos en primera división; Leopoldo (Lepo) hubiera delirado de orgullo abrazando a su padre.

                                    Lepo jugaba en Eclipse no solo con su cuerpito, jugaba con su alma.

                                    Llegaba de la escuela Agraria en la que estudiaba de 7 de la mañana a 6 de la tarde, se vestía con su ropa deportiva y partía con alegría a los entrenamientos bajo la dirección de Jorge Rossi, con quien tenía una relación padre – hijo. Con e mismo cariño con que quería a todos sus amiguitos de Eclipse.

                                    Amaba sacarse fotos a propósito de Eclipse, disfrutaba en particular las que tenía con sus tíos con Marta y Ernesto Segretín y con su otro tío, Bambino Rivera.

                                     Recuerdo cuando su tío Ernesto le prometió una caja de alfajores por cada gol que hiciera, a Lepo, se le abrió el arco y su tío no veía la hora de que el campeonato terminara; es inolvidable su sonrisa pícara cuando al terminar el partido «cobraba» 2, 3 y una vez, cuatro cajas.

                                       Hoy estaría jugando sus últimos partidos tal vez ya sería un colaborador más del club de sus amores.

                                       Les pido que nunca lo olviden, recuérdenlo con la sonrisa ancha y la carita con rubores con que llegó a casa cuando ganaron un campeonato con un gol suyo.

                                        Les pido que cuando hoy brinden por estos 90 años de gloria tengan un pensamiento para el. Allí donde el está, los acompañará con su sonrisa de ángel compartiendo vuestros deseos de éxito y progreso para Eclipse.

                                         Dios bendiga al club Eclipse. Dios bendiga a su pueblo.

 

                                                                                                   Los  papas de Lepo, Alicia y Mario.