Julián López: «Estamos muy contentos por el beneficio que será para la gente de General Villegas y la zona» (VIDEO)

Uno de los integrantes de la familia villeguense, propietaria de la firma La Valeria, con la que identifican a su más reciente emprendimiento ubicado en la calle Moreno y Nagore, habló a días de la inauguración.

Es casi un secreto a voces lo que encontrarán los clientes cuando a partir del 18 de abril ingresen al local que está dotado de la última tecnología y funcionará como una unidad de negocio bajo normas modernas siguiendo varios objetivos que van desde la rápida y puntual atención a los precios bajos que promueven sus dueños.

Uno de los puntos en los que se han centrado las expectativas está precisamente en el valor de los alimentos básicos que comercializarán como son la carne, el pan y los fiambres, en ese orden de importancia.

La carne partirá desde el feed lot que precisamente lleva el nombre de La Valeria, de allí el nombre en el nuevo local, de allí a un frigorífico de la zona con el que cerraron un acuerdo y luego a General Villegas directamente a la venta por cortes; esto elimina los intermediarios, ya que la mayoría de la cadena cuenta con los elementos necesarios que son de su propiedad.

Con el pan ocurre algo similar, tal como se puede apreciar en la nota publicada recientemente por Distrito Interior, la tecnología aplicada a este producto permite reducir costos que se verán reflejados en la venta al público.

La fiambrería no escapará a esta regla general que se ha impuesto la familia López, los tres hermanos que son quienes están trabajando en esta idea que lleva algo más de un año «en la cocina», que la gente de General Villegas tenga un lugar donde comprar barato, que permita a su vez a los almacenes y despensa de barrios poder abastecerse y luego pensar en la expansión de la marca que está contemplada a futuro.

Por otra parte, al impacto de la novedad la alimenta también la generación de empleo; actualmente hay afectadas a La Valeria 15 personas que de manera directa trabajarán en el local, sin contar los servicios contratados para el armado, que han sido en la medida de las posibilidades todas empresas locales.

Así mismo destinarán lo que genere en ganancias una bolsa de harina para las instituciones de bien público de la comunidad, a las que se les solicitará se inscriban para estar en el listado de destinatarios.

Julián López, contó también por qué, a pesar de tener sus negocios en marcha, sin sobresaltos, más allá de los avatares propios del país, se embarcaron en esta «aventura» que sin dudas los saca de su zona de confort.