Ricardo Bottega, otro músico ameghinense, al igual que Los Dedos Mágicos, que muere trágicamente y será recordado por siempre (VIDEO)
El accidente que lo tuvo a Ricardo Bottega junto a otras cinco personas como protagonistas, por las características de lo sucedido, lo convierte en uno de los sucesos más impactantes de la historia de la pequeña comunidad de Blaquier y todo el distrito de Florentino Ameghino.
Además, habiendo sido el primero en descompensarse, y en el afán por rescatarlo, se dieron las otras muertes encadenadas, hace que su nombre resalte en las crónicas de los medios de todo el país.
A medida que van pasando las horas y se conocen los detalles que hacen a las pericias, comienzan a aparecer rasgos que destacan a cada uno de los infortunados hombres, todos conocidos, todos queridos.
En ese sentido, es de destacar, casi como una redundancia, que se les fue la vida en un acto de arrojo por el prójimo.
Pero en este caso queremos detenernos desde Distrito Interior en un detalle no menor, que permite a Ricardo Bottega, recordarlo hasta con una sonrisa que se cuela entre las lágrimas que provoca su partida.
«El Duende», también llamado «El Flaco», tenía una veta artística que probablemente haya sido lo que verdaderamente disfrutaba en la vida: la música.
Ese rasgo lo había popularizado en la región por ese motivo su presencia siempre era requerida y sus actuaciones apreciadas, de allí que se pueda asegurar que será recordado por siempre.
Algo similar a lo ocurrido con Los Dedos Mágicos, el dúo integrado por Sandro Daniel Nieto, de 44 años de edad, y Carlos Barraza, de 36, al momento del fatídico accidente, ocurrido en julio de 2014.
Los músicos viajaban a bordo de un Renault 19 por la intersección de las rutas 5 y 226 en Pehuajó con destino Henderson, donde actuarían, cuando colisionaron con una Toyota Hilux. Producto del impacto, ambos, con diferencia de un breve lapso murieron esa misma noche enlutando a la región, especialmente a su pueblo.
Por entonces, las muestras de dolor por su temprana e inesperada partida, pero también las de agradecimiento por lo entregado en cada presentación no se hicieron esperar y fueron creciendo a medida que se conocía la noticia.
Este detalle que mencionamos es una mera coincidencia del destino; idéntico para estos talentos del interior bonaerense, en vida por su vínculo con la música y luego el final de manera trágica.
Puede resultar una frase simplista al decir que hoy hay música en el cielo, pero en realidad es la manera más gráfica de describir el encuentro que tal vez están teniendo en otro plano.
Una de las actuaciones de los Dedos Mágicos