La comunidad católica de General Villegas celebró la canonización de Mama Antula
Luego de un período de preparativos para este momento, incluso con una activa participación cuando se produjo su beatificación, la comunidad católica de General Villegas celebró la canonización de la primera santa argentina que se produjo el pasado fin de semana en el Vaticano.
La santa que tiene un estrecho vínculo con la ciudad cabecera por su historia ligada al Colegio María Inmaculada, a la que se la evoca desde hace años, incluso su figura viene siendo resaltada comunitariamente, es una presencia notable en la comunidad; de allí que el sábado, madrugada del domingo, comenzara en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen una vigilia que se extendería hasta prácticamente el mediodía.
Con personas y autoridades vinculadas al Colegio en Santiago del Estero, Roma y Capital Federal, los epicentros de la vida de Mama Antula, particularmente en este momento de su historia, que interactuaron de manera directa con Villegas a través de dispositivos tecnológicos que habían sido dispuestos para poder seguir en vivo cada momento, los feligreses que fueron parte de esta iniciativa, vivieron este momento histórico en tiempo real.
Ya convertida en santa, y para celebrar la misa de la mañana en su horario habitual que estuvo presidida por Monseñor Torrado Mosconi, la imágen de Mama Antula cruzó del Instituto María Inmaculada hacia la Parroquia en andas, acompañada por quienes participarían de este trascendente momento; en el interior la aguardaban las imágenes de todas las capillas y ermitas existentes en la ciudad cabecera, dando de ese modo a la consolidación de un acontecimiento que en muchos aspectos marcará un antes y un después en una sociedad de la que María Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como “Mama Antula”, es indiscutiblemente parte.
¿Quién fue “Mama Antula”?
María Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como “Mama Antula”, nació en 1730, en la actual provincia de Santiago del Estero. En aquel entonces, la Argentina formaba parte del Virreinato del Perú. “De familia acomodada, recibió desde su infancia una educación religiosa y espiritual, así como una formación cultural, según se deduce de su correspondencia”, relata la biografía publicada por el sitio oficial de noticias del Vaticano.
Luisa Sánchez Sorondo, abogada de la Universidad Católica Argentina (UCA) y descendiente indirecta de Mama Antula, le contó a Chequeado desde Roma: “Mama Antula fue una mujer laica que se consagró en forma privada a los 15 años, en 1745, y que colaboró con la misión de los jesuitas en nuestro país”. Durante esta época, bajo la dirección del padre jesuita Gaspar Juárez, Mama Antula se dedicó a la educación de los niños, al cuidado de los enfermos y al socorro de las personas más vulnerables.
Sin embargo, para 1767, los jesuitas fueron expulsados del territorio por orden del rey de España, Carlos III. “Cuando esto ocurrió, Mama Antula salió a recorrer todo el norte del país. Difundiendo los ejercicios de San Ignacio de Loyola [N.de la R: sacerdote español fundador de la Compañía de Jesús], siguió adelante la obra de los jesuitas y llegó a Buenos Aires”, explicó Sánchez Sorondo.
Así, viajó por diversos lugares del Virreinato del Perú para promover los ejercicios espirituales ignacianos: entre ellos, las actuales provincias de Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja y Córdoba. Llegó a la Ciudad de Buenos Aires en septiembre de 1779 y fundó la Santa Casa de Ejercicios Espirituales. Falleció el 7 de marzo de 1799, a los 69 años, y sus restos descansan en la Basílica Nuestra Señora de la Piedad. (Fuente: Chequeado)