Mientras se negocia la compra de El Chaparral, la Municipalidad acondiciona la última quinta adquirida, por si no prosperara
Desde el inicio de la semana se observa el movimiento de camiones municipales volcando tierra sobre la quinta ubicada sobre la calle Vuelta de Obligado, frente al barrio El Cardal, adquirida recientemente por el municipio para lotes sociales.
Paralelamente a este trabajo el Ejecutivo mantuvo las primeras negociaciones con el propietario de la Quinta La Escondida, más conocida como El Chaparral; 10 hectáreas que se encuentran ocupadas con unas 80 precarias unidades habitacionales donde viven unas 200 personas aproximadamente.
La promesa en campaña del actual intendente fue darle una solución al problema que lleva cinco años desde construidas las primeras unidades habitacionales, en su mayoría de palos, chapas y silobolsa, que además carecen de los servicios básicos, y en aquellos casos que cuentan con electricidad es mediante conexiones clandestinas; lo que representa, además de una situación de legalidad, un peligro latente.
El primer paso fue acercar al dueño de esa tierra una propuesta que estaría dada, en principio, por el ofrecimiento de otro espacio, inclusive de mayor tamaño, probablemente, esta especie de trueque, dado por la situación financiera que atraviesa el municipio y la urgencia con que el tema debe ser abordado; sin embargo, no habría habido avances y ante ese panorama se decidió comenzar a terraplenar la última de las tierras adquiridas por el Estado local a fin de ir dotándola de lo mínimo para evitar complicaciones hídricas futuras ya que el terreno es bajo.
Si la negociación por La Escondida no prosperara, a quienes la ocupan se les daría la posibilidad de desplazarse hacia el nuevo terreno en el que además de contar con algunos servicios, dejarían de estar instalados ilegalmente.
Producto de la usurpación, se inició una causa solicitando el desalojo, el que podría ser otorgado en el transcurso de este año, a pesar que el crecimiento de la población en ese lugar podría ser un condicionante; aún así, la incertidumbre para quienes habitan allí es absoluta y su permanencia incierta.
Para que avisaron, ahora le empiezan a usurpar esas…