Es de Germania, ganó premios en Palermo con el primer toro nacido en su cabaña
Diego Eder, tiene 20 animales y ganó los premios Campeón Junior y 3º Mejor Macho de la raza Braford en la Expo Rural 2023. «Sólo le falta leer y escribir, porque hace todo bien. Este vino a ganar», sostuvo con orgullo Eder en una de las tantas entrevistas que dio el germaniense.
En la zona de Germania, provincia de Buenos Aires, está la cabaña «La Trinidad» de Diego Eder, que con apenas un par de años dedicados a la raza Braford, y alrededor de 20 animales en el rodeo, está participando por primera vez en Palermo. Ganó el premio Campeón Junior y el Tercer Mejor Macho de Braford en la Expo Rural 2023, expresa el sitio Chacra.
«Vinimos a Palermo a debutar con la raza Braford, aunque ya vine a la Expo con otras razas. Trajimos nuestro RP1, el primer animal nacido en la cabaña, y gracias a Dios le gustó al jurado y conseguimos los premios Campeón Junior y 3º Mejor Macho, que para nosotros es muy importante», comentó Diego Eder, propietario de «La Trinidad».
Médico veterinario de profesión, Eder contó que «en la Cabaña tenemos alrededor de 20 animales, todos Braford. Estamos en el campo que es un tambo de mi padre, y hace poco más de dos años que empezamos con esta raza».
La tradición familiar ganadera comenzó con su abuelo, luego hubo una generación que no le interesó tanto, «entonces la Cabaña se perdió y yo la refloté, porque es una pasión, algo que llevamos en la sangre. Hay que estar un poco loco para hacerlo como lo hacemos, por todo lo que ponemos en lo económico y las privaciones para poder llegar acá».
El toro campeón por ahora no tiene nombre. Por ahora es RP1, pero la idea de Eder es llamarlo Fermín, por el ayudante que se encargó de ingresar el animal a la pista y a diario se encarga de los cuidados del toro.
Una de las características RP1 es su mansedumbre, «cuando llegamos bajó del camión y se puso a comer y también tomó el agua con normalidad. contó Eder.
Otro dato para destacar es que La Trinidad llegó a Palermo con un solo animal, «era ganar o ganar. Cuando el ternero tenía un día de nacido le mandé un mensaje a un amigo contándole que me había nacido un ternero bueno. A partir de ahí, uno se genera un montón de ilusiones hasta llegar al día de hoy con un Campeón. Esta vez el ojo no me falló», remató el cabañero.