«Así como uno se prepara para quitarle la vida a una persona, también lo hace para devolvérsela», dijo el hombre que reanimó al menor electrocutado
Fabián Lezna es el esposo de la mamá de Darío, el adolescente de 17 años que el martes sufrió una fuerte descarga eléctrica que lo dejó internado en la UTI del hospital de General Villegas, intubado y con pronóstico reservado, al que pudo reponerse presentando secuelas mínimas hasta el momento.
La intervención de su padrastro fue fundamental para que hasta la llegada del SAME el joven estuviera con vida.
En una charla con Distrito Interior, el hombre que permitió ser fotografiado sentado en el mismo banco en el que estaba su hijastro, incluso con el alambre que se electrocutó en la posición original, justo detrás de él. Con los ojos llenos de lágrimas por momentos y la voz entre cortada, producto de la emoción al repasar lo ocurrido, destacó la importancia de no dudar ante un evento de estas características y tener conocimientos de RCP.
Eran las 19:30 hs. y Fabián se encontraba trabajando en el patio de la vivienda que ocupa toda la familia en la calle Dorrego al 140 del barrio El Cardal en General Villegas cuando ve que quien estaba sentado con Darío grita que éste se había electrocutado, por lo tanto Lezna deja las herramientas que tenía en las manos, cortó la electricidad y lo abordó recostándolo en el piso realizándole ejercicios de reanimación cardiopulmonar, flexionándole las piernas y tirándole agua en la cara hasta que logró su reacción.
Lezna comentó que Darío tenía la lengua dada vuelta, por lo que no dudó en introducir sus dedos en la boca y evitar el ahogo, además «estaba negro», detalló.
Aplicó todo lo aprendido en la calle, Fabián es un policía jubilado con más de 32 años de servicio, lo que le bastó para adquirir conocimientos, «así como uno se prepara para quitarle la vida a una persona, también lo hace para devolvérsela», resaltó en referencia a su profesión.
«No lo dudé, dijo en referencia a su accionar; «si algo le pasaba al pibe me hubiese frustrado de no haber aplicado todo lo aprendido. No es culpa de nadie lo ocurrido, pero si no lo hubiese intentado no me lo hubiera perdonado».
El accidente se produjo cuando el adolescente entró en contacto con un alambre que bajaba del techo de chapa, al que tocaba un cable con el que se alimentaban las habitaciones construidas en la parte posterior del terreno. Lezna cree que el calor puede haber derretido el cable que electrificó la construcción.
La casa que se encuentra en la parte de adelante cuenta con una bajada legal y en perfectas condiciones; de hecho, el inmueble es uno de los que ingresaron en el programa de la Empresa Eden que introdujo a un centenar de familias en el circuito de provisión eléctrica formal y de manera segura.
PREPARARSE PARA QUITARLE LA VIDA A UNA PERSONA? UN ANIMAL