Preocupa el avance del agua en Banderaló

Desde la habilitación del kilómetro 402 en la ruta 188 (ver Quedó habilitado el paso por el kilómetro 402 de la ruta 188 y hay preocupación en Banderaló), el agua del cauce del río V ha comenzado a ser una amenaza para la vecina localidad. A la obra de entubamiento se le realizó una especie de retén con escombros, el que le quitó caudal de paso a la masa de agua, la que va rebalsando, causando serios inconvenientes, en caminos y campos, al tiempo que amenaza con ingresar a la zona norte del casco urbano, el que por ahora está protegido y sin riesgos, aunque no deja de ser preocupante la situación y exige estar en constante alerta, de acuerdo a lo que comentó la Arquitecta Alejandra Matellán, Sectretaria de ObrasPúblicas, quien en persona monitorea cada día ese sector del distrito.

Por el momento se realizan tareas de limpieza u ensanche en algunos canales de los alrededores y permanentemente se mantienen los montículos de tierra a modo de barrera; para ello es necesaria la presencia de máquinas viales las que junto al personal están activas prácticamente todo el día.

En la tarde de ayer, concejales de la primera minoría visitaron el lugar, quienes, manteniendo encuentros con vecinos se interiorizaron de la situación, lo mismo que otras autoridades pertenecientes al gobierno municipal, que lo hicieron el día anterior.

Hay además dos cuestiones que hacen a la situación más preocupante aún. Una es el camino del Meridiano, el límite con la provincia de La Pampa; una de las arterias que más riesgo corre y en el que poco se puede hacer desde General Villegas, ya que los pampeanos no permiten el desarrollo de los movimientos u obras necesarias en esta emergencia, restringiendo la presencia o circulación de máquinas en su territorio, quizá como una manera de proteger sus tierras y poblados, pero en contradicción con la postura solidaria manifestada en reuniones llevadas a cabo durante el corte de la ruta. El otro, es el avance natural del cauce, que fluye hacia la localidad de Villa Sauze y posteriormente hacia la ciudad de América. En el primero de los casos, se han detectado, con fotografías que documentan, pequeños canales que tratan de desviar el agua o sacarla de algunos predios, lo que no solo puede complicar y entorpecer las cosas, sino que además representan un verdadero peligro, ya que uno de los más importantes en dimensión fue hecho sobre el camino real.

Dependiendo principalmente del clima que no traiga nuevas lluvias, y esperando que siga fluyendo el agua siguiendo el proceso natural de su escurrimiento, hay que esperar al menos entre cuatro o cinco días para que la presión cese; de lo contrario la situación, sin ser alarmistas, se puede volver muy delicada, concluyó Matellán.